Capitulo 39

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Dylan

Sus labios no se separan de los míos ni un segundo, mientras le quito su campera y la tiro lejos.

Cuando meto mis manos a través de su remera, acariciando su fuerte pecho, me mira a los ojos.

- ¿Estás seguro de esto, Dylan? No quiero que nos apuremos ni nada. – me dice, con voz calmada.

- Sí, estoy muy seguro. Sé que tal vez nos apuramos, pero a pesar de que vamos a hacerlo, aun sigues a prueba jejeje. Pero con esto, al menos compensaras el no traerme un regalo de cumpleaños jajaja. – rio y él también se ríe.

Sus labios vuelven a sellarse con los míos y en un segundo, le quito su remera, dejándolo con el torso desnudo.

- ¿Y dónde va a querer su regalo de cumpleaños, nuestro gran cumpleañero? – dice, ironizando su tono de voz.

Levanto una ceja, divertido y me rio.

- Oye, sabes que eso se escuchó muy pornográfico, ¿no? Jajajaja. – vuelvo a reír y lo llevo al cuarto. – Aquí está bien, como siempre.

Respondo y no tarda en unir su boca con la mía y luego, en profundizar el beso, empezando a jugar, como un baile, de su lengua con la mía.

Me quita la remera que llevaba puesta, dejándome también con el torso al descubierto y empieza a besar desde mi cuello, mordisqueando suavemente toda esa zona.

No puedo evitar dejar escapar varios gemidos de la excitación y para quedar a mano, meto mi mano dentro de sus pantalones y sus boxers y empiezo a masajear su miembro, cada vez más excitado.

Me mira con lujuria y nos tiramos a la cama, quedando él boca arriba y yo encima de él, donde desabrocho su pantalón y lo tiro por el cuarto, quedando Tyson solo con los boxers.

Vuelvo a unir sus labios con los suyos, acariciando el bulto de sus boxers y con él, dejando escapar varios gemidos en el beso.

Por un segundo, todo cambia y yo estoy boca arriba y él mirándome, encima mío. Rio y él también ríe.

- Bien amor. Vas a buen ritmo, pero ahora es mi turno. – dice y me desabrocha el pantalón junto con los boxers, dejándome desnudo.

- Je, alguien está apurado. – digo, con una sonrisa atrevida.

- Eres demasiado sexy, lindo. Y tenía ganas de volver a tu cuerpo tan sensual. – me dice, atrevido como siempre durante la intimidad.

- Ay Tyson, adoro cuando eres así jejeje. – respondo, sonrojado.

Su boca se une por milésima vez a la mía, pero no dura mucho, ya que sus labios empiezan a bajar, rozando mi cuello, estremeciéndome y soltando un par de gemidos.

Deja marca en mi cuello y baja, rozando mi pecho y estomago hasta llegar a mi miembro que, desde que me quito los boxers, no soltó de su mano ni dejo de acariciar suavemente.

Siguió acariciando mi erección con más velocidad, mientras llenaba de besos mis piernas.

La sensación se volvía cada vez más placentera a medida que él aumentaba la velocidad hasta que, en un punto, siento que empieza a acariciar mi entrada e introduce un dedo en mi interior, hasta que llego el punto del clímax que, estoy seguro, él buscaba.

Noto que él me sonríe, como burlándose y le doy un golpe en su brazo.

- Eres un estúpido, Tyson. – digo, casi riendo.

- Un estúpido que te ama mucho jeje. – dice sonriendo y vuelvo a besar sus labios, sonrojado.

Rompe el beso y se quita los boxers, dejando ver su erección.

Amor A La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora