Arthur
Pasaron unos cuantos días desde que Alexander había regresado a la universidad, al igual que Lance a su cuarto compartido.
Las cosas se calmaron, al menos por ahora, pero como dijo el hermano de Alexander, estamos atentos constantemente.
Uno nunca sabe cuándo podría atacar el maldito de Oliver. Pero no sé por qué tengo la sensación de que no atacará más a Alexander. Pero bueno, casi lo mata de nuevo, aun sabiendo que era "cómplice" junto con Liam y no le importo este.
Pero por ahora, todo está tranquilo. Un poquito de paz es bueno. Sí lo vimos a Oliver en los entrenamientos de football americano, al igual que a Marcus, pero tan solo fueron miradas. Sin intercambiar palabras.
Creo que es casi obvio decir que el plan que estábamos haciendo antes se fue al tacho. Lance me culpo al principio, diciendo que no debía haber reaccionado así. Pero no le importo, ya que mi reacción muestra el cambio que hay en mí y que no toleraría que un monstruo se salga con la suya.
Estos días intenté ayudar lo mejor que pude a Lance y Alexander, pero varias veces, Lance se negó a aceptar mi ayuda. Mientras tanto, también noté que Alexander aún me ve algo extrañado, al estar tan cerca y querer tanto a Lance.
Pero bueno, supongo que tardará un poco en acostumbrarse jajaja.
Ya paso ya una semana desde que Alexander está en su silla de ruedas temporal y Lance me viene contando que hace un par de días, viene intentando levantarse.
Puede, pero no camina nada todavía. Mientras, su brazo aún sigue adolorido, según Alexander. Pero bueno, ya se irá recuperando poco a poco.
Pero ahora, lo más importante de todo es el cumpleaños de Lance, que será el próximo lunes, pero preferí festejárselo el sábado, un par de días antes.
Lo gracioso de todo esto es la forma en como me entere y recordé que era el cumpleaños de Lance, porque Lance jamás me lo dijo.
Y fue en una visita que hicimos a la casa de mi mamá, en uno de los días en que Alexander estaba aún internado.
*Hace varios días*
Lance y yo, después de un buen viaje en mi auto, llegamos a la casa de mi mamá. Apenas llego, toco la puerta y sin tardar mucho, ella la abre.
De inmediato, me observa unos segundos con los ojos abiertos como platos de la sorpresa y de inmediato, me abraza fuerte.
- Hijo, mi Arthur. Qué enorme alegría volverte a ver. – la abrazo, algo incómodo y oigo bajito una risa. - ¿Cómo has estado? Me quede preocupada por lo que te pasaba a ti con tu amigo Lance y no sabía cómo comunicarme contigo. – ella gira un segundo a ver a mi acompañante y queda mirando fijo a Lance un rato. - ¿Es él? ¿Es Lance? – pregunta mirándome.
- Qué gusto volverla a ver, señora Ross. Ha pasado muchísimo tiempo jeje. – contesta Lance, con una sonrisa.
- Por Dios, Lance. – se acerca a él y lo mira, sonriendo y visiblemente, emocionada. – Mírate, cuanto has crecido, por Dios. Aún te recuerdo como el pequeñín de 11 años que venía casi todos los días a jugar con mi hijo, en nuestra casa.
Ahora soy yo el que ríe por lo bajo, algo incómodo, mientras Lance se ríe, también incomodo por el recuerdo.
- Pasen chicos. Pasen. – nos dice y todos pasamos y nos sentamos en el comedor, en la mesa.
Al rato, ella viene de la cocina con unos vasos con jugo y algunas medialunas.
- Sí que ha pasado tiempo, Lance. ¿Qué edad tienes? Supongo que tienes la misma que Arthur, ¿no? 22.
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Amor A La Vida
Novela JuvenilAlexander no tuvo una infancia fácil. A una edad muy joven, su madre fallece en un accidente de auto que él sobrevivió y su padre, una estrella de rock, lo abandona en un orfanato, quedando solo ahí. Luego, todo mejoraría, ya que una familia lo ado...