Capitulo 52

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Alexander

Después de que Sharly me dijera que había voluntad de parte de Sebastian de verme, me puse firme con el tratamiento para que pueda caminar lo más rápido posible.

El médico dijo que mucho trabajo no me costaría, ya que solamente mis piernas estaban bastante lastimadas y hasta que esas heridas se cicatricen y se curen, era solo cuestión de paciencia para que pueda caminar de nuevo.

Y así fue. Menos de 2 semanas después de esa charla con Sharly, ya empezaba a caminar. Algo torpe al principio, porque pasé un buen tiempo sin caminar, pero caminé al fin.

Ya a los pocos días ya caminaba como una persona normal.

Lo que significaba que este viernes, ósea hoy, me iría a la mansión de Sebastian y en la que solía vivir Sharly hasta hace varios meses, como más de un año, cuando decidió empezar a buscarme.

No estaba ni ansioso ni nervioso. Pero tampoco me sentía tranquilo.

Son muchos años acumulados en mi espalda, en mi conciencia. Tantas cosas que destruyó, incluida mi mamá. Pero bueno, el accidente no fue su culpa. Pero si recuerdo lo mal que la trataba.

Pero bueno, por ahora, no pensaré en eso. Cuando lo tenga en frente de mí, ya sabré que decir.

Otra cosa que paso ese día fue la actitud de Marcus. Dios, parecía no ser él, por un segundo. Fue muy extraño.

No creo que se sienta obligado a sí mismo a hacer esto, pero todavía no entiendo su motivación para pedir semejante cosa.

Estas semanas se aparecía seguido, pero solo para saber cómo estaba y como progresaba en cuanto a mis piernas. No me acompaño al hospital para dejar la silla de ruedas y agradezco eso, sinceramente.

No volvió a mencionar algo sobre lo que pasó ese día, ni sobre su actitud que mostró. Pero bueno, prefiero evitar momentos incomodos.

Bueno, excepto a lo que paso hace dos días, cuando vino este miércoles mientras estábamos con Sharly en mi habitación, planificando todo para el viernes que salimos.


*Flashback*

Después de salir de clases, Sharly me avisó que andaba cerca y quería discutir algunas cosas de lo que haríamos el viernes que nos vamos a su antigüa casa.

Por lo que, un rato después de llegar mi cuarto, Sharly toca la puerta y entra.

- Hola chicos. – nos saluda a mí y Lance - ¿Cómo están tus piernas? ¿Van bien?

- Sí, por suerte ya están mejorando más. Las empiezo a sentir fuertes. – digo y me siento en mi cama. Sharly se sienta a mi lado.

Mientras, Lance estaba arrecostado en su cama, tranquilo, escuchando todo.

A Lance se lo ve mucho más fortalecido, con más ganas que nunca, desde que empezó a recuperar el tiempo perdido con Arthur.

Prefiero no preguntarles cómo pasan su tiempo, no por ser pésimo amigo, sino porque siento que ya es un tiempo muy personal de Lance y él merece recuperar un poco la calma, después de un año que fue bravo para él también.

En eso, mientras Sharly me explica las opciones para irnos, alguien toca la puerta.

Lance me mira, como adivinando o viendo cuál es mi reacción, porque creo que sabe quién es el que está ahí.

Él se levanta, va y abre la puerta. Y sí. Era él.

- Hola chicos, hola Sharly. – saluda a todos y me mira a mí. - ¿Podemos hablar, Axl?

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