Marcus
Todos llegamos a donde estábamos hace un rato, con el medico ahí presente y los padres de Alexander, nerviosos por sus caras.
- ¿Y cómo está doctor? ¿Estará bien? – pregunta, desesperada de la ansiedad, su mamá.
- Tengo buenas y malas noticias. – dice el doctor. – La buena es que está bien, Alexander sobrevivió. Y se está recuperando. Ahora está inconsciente, pero se recuperará.
Todos suspiramos de alivio y por dentro, grito de alegría ante la noticia. Gracias Dios, carajo. Sabía que te salvarías, Alexander. Lo sabía.
- ¿Y cuál es la mala? – pregunta Blake, aun con los pies en la tierra.
- La mala es que, lamentablemente, sufrió muchísimos golpes, está muy herido y aunque está vivo, sigue en estado delicado. Sobre todo, porque sufrió la rotura de su cuerno derecho y ya es irreparable. Lo lamento muchísimo. – dice el doctor, con pena en su voz y agacha la mirada.
- ¿Pero vivirá? – pregunta su padre, aun con fe, como todos.
- Lo más seguro es que sí. No sufrió rotura grave de ningún hueso de sus brazos o piernas. Además de verificar si quedo alguna herida interna y tampoco hay nada. Su cuerpo está muy herido, pero es seguro que, en varios días, se recuperará y estará ya curado. – expresa con calma el doctor. –
- Bueno, muchas gracias doctor. – responde el padre y el doctor se va.
La madre de Alexander quiebra en llanto y lo abraza a su marido. No sé si llorara por las secuelas de Alexander o de emoción porque, gracias a Dios, está vivo.
Pero carajo, por Dios. Un cuerno roto y su cuerpo, todo lastimado. Mierda, yo tampoco sé que pensar. Pero prefiero, por ahora, pensar que pudo ser mucho peor. Muchísimo peor.
- Marcus, ¿está todo bien? – me dice Dylan, al verme con la cabeza gacha y con ganas de que me trague la tierra.
- No. La verdad, me sigo sintiendo una mierda. – me tapo la cara de resignación. – Carajo, no debí haberlo tratado tan mal a Alexander. Soy un hijo de puta.
- Hey, ya para. No debiste, sí. Pero el accidente de Alexander no es tu culpa. Tu no lo provocaste. – me responde Dylan con ánimo.
- No sé. Sigo sintiendo que, en parte, es mi culpa. Yo lo puse peor a Alexander. Él solo me llamaba y yo lo mandé a la mierda. Carajo, soy un imbécil. – respondo, ya mirando al frente, pero sin mirarlo a Dylan.
- Bueno, ya tranquilo Marcus, ¿sí? – me da una palmada y casi la ignoro. - Alexander se recuperará y le podrás pedir disculpas. Te equivocaste feo, pero Alexander sabrá perdonarte. No te preocupes.
- Sí, creo que tienes razón. Todo saldrá mejor. Seguro así será. – digo e intento sonreír, además de querer levantar mi ánimo, al menos un poco.
Oigo que me llaman y veo a Lance, haciendo señas para ir a charlar todos, de nuevo.
Cuando nos juntamos, noto que alguien falta: Liam. Parece que ese idiota se fue. Mejor. Hubiera recibido lo suyo, por ser amiguito de ese maldito hijo de puta.
Todos quedamos en silencio un buen rato, sin saber prácticamente que decir, aunque queda aún cosas de decir y lo sabíamos.
- Entonces, ¿puedo confiar que lo de Alexander y sus "accidentes" no tienes nada que ver, Arthur? – pregunta Blake, mirando a Arthur.
- Si, por supuesto. Juro por mi vida que yo no tuve nada que ver con ambos, a pesar de ese pasado muy tedioso con Alexander. – le repite, como antes.
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Amor A La Vida
Teen FictionAlexander no tuvo una infancia fácil. A una edad muy joven, su madre fallece en un accidente de auto que él sobrevivió y su padre, una estrella de rock, lo abandona en un orfanato, quedando solo ahí. Luego, todo mejoraría, ya que una familia lo ado...