Marcus
Quede absolutamente anonadado. Me quede quieto del asombro, sorpresa y mucho más.
Esa cachetada prácticamente me dejo congelado y no sabía qué hacer. No sabía si ir y seguirlo o no aparecer porque tal vez lo empeoraría todo.
Vuelvo a entrar apenas adentro y noto que todo el mundo me mira. Veo unos cuantos chicos empezando a limpiar el inesperado desastre que provoco Alexander.
Jamás en mi vida me sentí tan confundido, tan mareado. Como si me hubiera quedado dormido en mitad de película y al despertar, tratar de seguir viéndolo, pero no entender nada.
Sentí que me perdí de algo, más bien varias cosas. Sobre Alexander. Y algo que seguramente hice provoco su reacción. No tendría otra explicación su explosión y su furia. Y su cachetada.
Decido irme de la fiesta, sin importar en absoluto que todo el mundo me siguiera viendo y algunos susurrando cosas. En este momento, me importan una mierda los rumores que tanto dicen todos.
Salgo del edificio y me voy a mi auto. Me quedo pensando un rato, sentado en el asiento, mirando el volante.
¿Tenía que ir y buscar y charlar con Alexander? ¿Querrá verme, después de todo lo que paso? Y si así fuera, ¿Dónde estaría? Dudo que haya vuelto directamente a la universidad.
Estoy mucho más confundido que nunca antes en mi vida y todo gracias a un tonto Shoutmon que ya me voló la cabeza. No sé qué hacer, mierda.
Decido no molestar ni pedir explicaciones a Alexander. Al menos, esta noche. Al menos, hoy.
Estoy seguro que él también estará con muchísimas vueltas en la cabeza. Y no creo que ir ya a encararlo sea lo mejor. Para ninguno de los dos.
Prendo marcha y me voy a la fraternidad. Apenas llego, me voy de largo y sin frenar, directo a mi cuarto.
Me dejo caer en la cama y de repente, me siento cansado, agotado. La cabeza me daba mil vueltas y quería darme un golpe con ella contra la pared para calmarla.
Tengo ganas de dormir, de hacer descansar la mente, pero estoy tan agotado, me siento tan pesado, que no puedo dormir. Me cuesta conciliar el sueño.
La cachetada. Fue como un golpe de realidad. Algo muy profundo estaba pasando. Algo muy profundo le estaba pasando a Alexander y no me di cuenta.
Después de estar horas dando vueltas, tratando de no hacer pensar mucho a mi mente, queriéndome relajar, mis ojos empiezan a caer y por fin, logro quedar dormido.
La luz del día me despierta y me siento aun mareado, con la cabeza dando vueltas.
Siento que lo que paso anoche fue una pesadilla, pero sé que no lo fue.
Todo eso paso y todo se complicó. Lo sé. Arruine todo de nuevo.
Eso creo. Porque fue Alexander el que dijo que algo le molesto muchísimo y por eso, hizo todo lo que hizo. Pero, ¿Por qué siento que fui yo el culpable de que lo puso así?
Aunque tal vez sí. Fue un poco mi culpa. No debí haberme alejado así de Alexander. Fue muy duro eso, para él.
Me había enterado que estaba prácticamente encerrado en su cuarto y no salía para nada. Estaba muy mal, escuche.
Y creo que ahí si fue mi culpa. Pero no termino de entender. ¿Estaba celoso de mí? Porqué así se lo escucho. Como reprochándome, furioso. Pero a la vez, desconsolado y triste.
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Amor A La Vida
Teen FictionAlexander no tuvo una infancia fácil. A una edad muy joven, su madre fallece en un accidente de auto que él sobrevivió y su padre, una estrella de rock, lo abandona en un orfanato, quedando solo ahí. Luego, todo mejoraría, ya que una familia lo ado...