Alexander
- Wow, ¿en serio? Pues gracias jeje. Es un poco halagador eso. – me responde sonriendo.
- Tú no tienes la culpa de lo que me hizo en el pasado. Tantas cosas horribles. Sería estúpido meterme en esto a ti cuando es algo entre él y yo.
- Supongo que no tienes ni intención de hablar con él, ¿no? – me pregunta, curiosa.
- No. No quiero saber nada de ese hombre. Ni tampoco me importa nada de su dinero. – le respondo, sin dar vueltas.
- Entiendo. Tratare de convencerte con el tiempo jeje. – me dice y vuelve a reír. – Por cierto, te vi tocar.
- ¿Me viste tocar? ¿Cómo? – le pregunto, sorprendido.
- En la fiesta de Año Nuevo. Había unos carteles promocionando una fiesta y en él, aparecía que alguien iba a tocar música, celebrando el fin de año. Así que me dije que estaría bueno a ver si de paso podría encontrarte y al final, ahora con todo esto, resultaste ser el que tocaba las canciones. Tienes un enorme talento Alexander. En serio.
- Jejeje bueno, muchísimas gracias. – responde y no puedo evitar reprimir una sonrisa.
- Sin ofenderte, pero si saliste a papá en esto. Eres parecido a él. – contesta, con una cara un poco seria.
- Si, tal vez. Prefiero no pensar que me encanta lo que él hace y que esto lo hago porque amo hacerlo y listo. No es solo por quitarme presión, sino porque en un punto, me da rabia continuar su legado, pero a mi modo.
- Entonces si es a tu modo, ya no es su legado, sino tuyo. Su carrera está por terminar y la tuya en cualquier momento está por explotar definitivamente. No es cuestión de que el hijo reemplazara al padre. Ambos son parecidos, pero siguen siendo diferentes. Siguen siendo dos personas.
- Claro, lo sé. Eso lo sé y lo entiendo. Pero por ahora, no tengo apuros. Dicen la fama se te sube a la cabeza con el tiempo, así que prefiero tener los pies bien sobre la tierra.
- ¿Por qué? ¿Hay alguien especial en tu vida que te la hace volar? Jejeje.
- ¿Qué? No jejeje. No estoy con nadie. Hace varios años que estoy soltero y así estoy bien.
- Pero no puedes estar soltero toda tu vida. Te conseguiré una pareja jejeje. – contesta y ambos reímos.
- Jeje no, gracias. Prefiero evitarlo, al menos ahora.
- ¿Por qué? ¿Ya tienes los ojos puesto en alguien? – dice sonriendo y me sorprendo, sonrojándome.
- No, claro que no. Por ahora, no me interesa nadie. – respondo apurado.
- Pues tu cara no dice lo mismo. Dice que si hay alguien especial que te tiene enloqueciendo un poco jeje.
- Bueno bueno, si hay alguien, pero no estoy seguro de que si está bien lo que siento. O si esa persona también lo siente.
- Oh wow, se ve bastante complicada la cosa. Pues, espero que sea quien sea esa persona, si te acepte porque sería una locura si no lo hace con la buena persona que eres.
- Jejeje gracias Sharly. – le respondo y sonrió.
- Oye y hablando de tu familia actual, sin querer ofender. ¿Me contarías la historia un poco ahí? Porque quiero saber que te paso después de... lo que mi padre hizo.
- Pues estuve 3 años en el orfanato, hasta los 8. Era muy difícil que me adoptaran por mi avanzada edad. La mayoría a la que se adoptaban eran a bebes y niños menores de 5 años. Sigo sin entender por qué. Y poco a poco perdía las esperanzas, hasta que llego un día, mi familia y me vio entre tantos chicos aún más jóvenes que yo y eligieron adoptarme. Los primeros 2 años con ellos no me atrevía a hablarles demasiado. Eran bastante desconocidos para mí. Pero lo bueno es que no se rindieron conmigo y con el tiempo, empecé a quererles mucho y así hasta hoy. Fue genial desde ahí tener una nueva familia que me quiera de verdad y un hermano mayor que me apoyara y me ayudara cuando lo necesitaba. Me sentía tan feliz como cuando mi mamá estaba conmigo, mi mamá de verdad. Y eso es algo impagable.
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Amor A La Vida
Teen FictionAlexander no tuvo una infancia fácil. A una edad muy joven, su madre fallece en un accidente de auto que él sobrevivió y su padre, una estrella de rock, lo abandona en un orfanato, quedando solo ahí. Luego, todo mejoraría, ya que una familia lo ado...