Celos y mucho más...

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Brenda POV

Avanzamos rápidamente por el bosque, Sam era muy callado y claro que no me pasaba por desapercibido que era muy guapo. Thomas seguía sin aparecerse, no es que quisiera estar viéndolo a todos ratos, pero en verdad me molestaba la idea de que había metido a una chica su ducha.

Sabía que talvez era un malentendido, y odiaba equivocarme. Pero aquí estoy, esperando la oportunidad de hablar con él y aclarar lo nuestro de una vez por todas.

¿Hacia dónde iba nuestra relación? ¿Planea tener una familia? ¿Quiere que sea yo su futuro?

Si lo sé. Preguntas tontas y absurdas, pero eran las que me urgían que tuvieran respuesta.

Busque en uno de los arbustos. Teníamos que buscar un par de hojas de romero y albahaca.

-¿Oye sabes que planta es esta?- pregunto Sam. Me voltee para mirarlo.

-¡Oh dios mío!- chille del susto.- ¡Suelta eso!

El soltó de inmediato la hoja.

-¿Qué es?

-¡Es hiedra venenosa! Novato nunca debes de agarrar una planta que tenga tres hojas.

Su mano se empezó a tornar de un color rosado.

-Evita rascarte.

Dije mientras buscaba en los árboles.

-¿Qué haces?

-Busco bellotas- respondí.

Tome un par que estaban en un árbol y en el suelo.

-¡Tenemos que regresar rápidamente con Sonya!- dije mientras lo guiaba en el camino.

-Esto es bochornoso. Se supone que era yo el que debía cuidarte.-

-Los accidentes ocurren.

-¿mejor dicho las estupideces?

-Tú lo dijiste, no yo.

El sonrió ante lo que yo dije. Volvimos al centro comunitario.

-Dile a Sonya que rompa las bellotas y las ponga hervir. Cuando se enfrié te la aplicaras con un trapo. No te curara enseguida pero si te calmara la picazón.

-Claro Dr. Brenda.

-¡Vamos lárgate!- dije mientras lo ahuyentaba con mis manos en forma de broma.

-Ya voy, ya voy.

Veo como se marcha y lo pierdo con la mirada cuando ingresa al centro comunitario. Y cuando me volteo para regresar al bosque, choco con alguien que casi hace que me caiga al suelo de bruces si no fuera porque me sujeto con sus brazos.

Era Thomas.

Sus ojos me miraban con una intensidad que se me hacía tan profunda. La ligera sonrisa sutil que se formaba en sus labios hacia que cayera a un vacío.

-¿A dónde con mucha prisa?

-Tengo que ir a buscar plantas medicinales.

-Una dama no pude ir al bosque a estas horas.

-Thomas, son apenas las 3 de la tarde.

-Un oso podría comerte.

-Claro, como si eso fuera posible.

-Te acompañare para que...

-No es necesario, debo de conseguir algunas bellotas para Sam.

-¿Sam? El chico de la mirada triste

-¡Mas respeto! Él tiene unos hermosos ojos.

-¿Así que te gustan los mayores?

-Thomas...

-¡Solo decía!

-¿Teresa ya no tes soporta y te mando a molestarme?

-¡Teresa y yo no... en dado caso, eso no debería de importarte!

¡AUCH! ¡¿Por qué simplemente no lo negó?!

Apuro mi paso para adentrarme al bosque. Aun escucho las pisadas de Thomas, quien es el que viene detrás de mí.

-¡Me alegro que estén juntos, hacen la pareja perfecta!

-¡No hay quien te soporte cuando te pones así!

-Mejor déjame sola.

-¡Si eso voy a ser!

Voltee a mirar hacia atrás y pude ver que Thomas regresaba por donde habíamos venido. Idiota.

Entonces tropecé con la raíz de un árbol. No pude evitar soltar un chillido de dolor.

-Eres muy torpe.- escucho la voz de Thomas, quien trata de ayudarme a levantarme de la tierra.

-¡No necesito tu ayuda!

-¡Eres muy malagradecida!

-¡No pedí que te quedaras!

-¡No tengo que soportar esto!

-¡Si, eso, lárgate!

-¡Al demonio!- escucho decirlo y en un inesperado giro. Thomas regresa hecho una furia contra mí.

-¿Qué...

Entonces siento el fuerte impacto de los labios de Thomas sobre los míos, lo cual hace que suelte un gran suspiro. Mis manos recorrieron su pecho hasta llegar a la parte trasera de su cuello y pude sentir que Thomas me aprisionaba con sus fuertes brazos acercándome más a él. No sabía cuánto tiempo deseaba hacer esto desde que lo había visto. Solo nos separamos hasta que se nos acabó el oxígeno.

-Creí que moriría si no te tenia devuelta en mis brazos.- susurro el contra mis labios.

-Te extrañe tanto.- dije mientras volvía a besar sus labios.

-¿De verdad sientes algo por mí?- vi en sus ojos un brillo especial que no sabía identificar.- entre Teresa y yo no hay absolutamente nada, ella solo...

-¡No voy a tolerar que ella siga siendo nuestro tema de discusión.- dije mientras lo miraba con el ceño fruncido.- Es más, no quiero una discusión.

Entonces lo volvía a besar ferozmente, como si mi vida dependiera de ello.

Sin previo aviso Thomas me acorrala entre uno de los árboles, nuestros besos de un momento a otros se vuelven llenos de lujuria. Así que jalo suavemente de su cabello, lo cual hace que me bese con mucho más pasión. Thomas toca suavemente mi cuello y después son sus besos los que descienden, remplazando sus manos.

-¡Thomas!- jadeo. Aun así él no se detiene y muerde levemente el lóbulo de mi oreja izquierda.

-Mmmm.- lo escucho murmurar sobre mi piel.

-Olvídalo.- digo mientras caigo rendida por sus besos, que aunque no quiera aceptarlo se siente tremendamente bien. Acaricia mi cintura con sus manos, lo cual provoca que mi blusa se levante un poco, y así él pueda tener contacto con mi piel desnuda.

Los besos no bastan así que el empieza a succionar levemente con mordidas mi cuello.

-¡Ahh Thomas!

No podía parar, no quería que el parara. Los dos necesitábamos esto.

The Maze Runner | Otro comienzo (Brenda&Thomas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora