Capítulo 35

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Encegado por la ira, la bala queda enterrada en su muslo izquierdo, los gritos que salen por su garganta no me dan siquiera un poco de lástima, quiero que sufra y que sienta el ardor generado por la munición.

-¡¡MALDITO HIJO DE PUTA!!- se queja

Apunto nuevamente solo que esta vez directo a sus bolas y la verdad es que le haría un gran favor a su esposa.

-Sólo por esta puta vez te doy la última oportunidad. Mas te vale decirme por que sino te quedarás sin mas sucesores.- apunto mas cerca

Su cara demuestra terror, espanto y preocupación.

-Uno.- pega un grito ahogador.- Dos.- una lágrima se desliza por su mejilla.- Tr..- y me corta

-¡¡Está en la pista de Colín, la tiene en una habitación!!- finaliza con un grito encerdesedor

Le doy un último golpe y lo dejo tirado.
Los borrachos me miran muy desconcertados pero sinceramente no tengo otra cosa en mi mente más que a Anna, lo que el maldito de Colín le pudo haber hecho me trastorna, quiero llegar y matarlo a golpes, que se muera y se pudra en el puto infierno. ¡ME ESTOY VOLVIENDO LOCO!

En diez minutos llegué a las pistas solo que ahora en propiedad de la peor mierda del mundo.
Bajé del auto y a lo lejos visualicé a varios de sus hombres hablando, con armas en sus manos. Pensé en algo para no llamar la atención y recordé que en la parte trasera de los baños había una puerta, solo espero que me lleve a donde está ella.
Camino escondiéndome entre unos arbustos para que los hombres no me alcancen a ver y llego sano y salvo a la puerta, la misma se encuentra entreabierta, por esto apeovecho y me adentro a paso decidido y silencioso. Un barbullo entra a mi campo de audición haciéndome entender que cerca se hallan personas, obvié el ruido y crucé un pasillo en donde nada se oía, al finalizar éste topé con un acceso con rejas, antes de poder fijarme si estaba abierto empecé a oír pasos, me escondí rápidamente entre unas cajas y un hombre bastante corpulento y excedido de peso saca una llave de su bolsillo y abre.- ahora sé que estaba cerrado.- antes de que pueda entrar lo golpeo en seco a su quijada y queda totalmente noqueado, antes de entrar a la pieza lo adentro al gordo. Todo está oscuro solo se alcanza a ver muy a lo lejos un colchón y algo arriba de éste, lo dejo al gigante y me hecho andar hacia el cuerpo tirado, se me hacen presente grandes ilusiones con ver a Anna pero se esfuman de inmediato cuando una cabellera rojiza llega a mi vista. Antes de que despierte le tapo la boca, comienza a golpearme pero trato de demostrar que no quiero dañarla, unos pocos segundos mas tarde queda tranquila y saco mis manos de su boca. Se trata de una adolescente no más de diecisiete años de edad colorada, ojos marrones oscuros.

-Lamento haberte asustado.. solo necesito saber si conoces a Anna, y si sabes donde está.- susurro

Me mira pensativa.

-¿Rubia, ojos claros?- y al oír como la detalla me vuelve el alma al cuerpo, tengo ganas de encontrarla y no apartarme jamás de ella.

-Si, por favor dime en donde está.- ruego desesperado

-En el pasillo de al lado.- la abrazo con mucha fuerza y le agradezco. Antes de poder salir..- ¿Puedo ir contigo, por favor quiero salir de aquí, no sabes lo qu..- y antes de que siga le cogo la mano

Caminamos entre rápido y muy sigilosamente. Es muy raro que no haya tipos rodeando el lugar.
Llegamos en unos minutos al pasillo del cual la chica habla y en donde supuestamente está Clara, deseo con mi vida que ella esté aquí y que nada ni nadie le haya hecho algo.

-¿Tienes las llaves?- su pregunta me deja en shock

Me golpeo mentalmente por no haberle sacado las llaves al maldito hijo de puta.

-No. Iré a buscarla, quedate aquí y no te muevas. Pase lo que pase no salgas de allí.- menciono señalando unas cajas para luego volver al lugar

La pelirroja se queda en donde le dije y bien tapada para que no se vea.

Volví con mucho cuidado y con las llaves en mano.

-¿Nada paso?- interrogo murmurando

Ella niega.

Coloco la llave y abro la puerta de éste cuarto, en cuanto veo si hay algo sobre el pedazo pequeño de jergón... solo y apenas se logra observar un minúsculo bulto. Esta vez camino con pánico, mis ilusiones cada vez son mínimas y Anna no es tampoco tan pequeña como se puede distinguir.
Cuando me acerco descubro un cabello entre rubio y marrón saco lentamente la fina y sucia sábana que muy apenas logra abrigarla y mis ojos se llenan de lágrimas.
Su estado es deteriorado, casi no logro distinguir si ella es la mujer a quien amo y más que a mi propia vida, sus cachetes ya no están redonditos ahora se encuentran ahuecados, su abdomen se apega a sus huesos y su figura está llena de barro, cuando logro cargarla descubro un gran moretón en su mejilla izquierda, el rencor, la venganza, el odio se apoderan de cada centímetro de mi cuerpo llevándome a dejarla aquí y matar a todos los hijos de perra, quiero que mueran.

-Te tengo muñeca, jamás te volveré a dejar ir. Te amo.- susurro en su oído

Pasamos por todo el mismo lugar y volvimos al coche.

-Necesito que la tengas aquí, no la dejes salir y si es necesario conduce tú y alejate de aquí, no te preocupes si no vuelvo pero ya sabes que hacer si ves a algún hombre acercarse.- informo lleno de furia

Ella solo asiente tímidamente.

Camino determinado hasta los hombres que aún seguían hablando.

-Alto.- me apuntan con las armas

-Busco a Colín.- digo en seco

Se miran y uno asiente.

Luego de varios minutos el negro que se había ido vuelve.

-Dice que pase.- afirma el hombre

Camino entre medio de los malditos guardaespaldas de Colín, entramos y allí está él, el hijo de su puta..

-Tanto tiempo Kurt.. ¿Qué es lo que te trae por aquí?- habla como si nunca nada hubiese pasado

-Hablemos en privado.- trato de no sonar enojado, espero que no lo haya notado

Hace unas señas y sus hombres dejan el lugar de inmediato. Me hacerco y lo gopeo brutalmente, un hilo de sangre sale por su nariz, se limpia y sonríe amargamente, siento la bronca correr entre mis venas, pura adrenalina se amontona en mis manos hasta que otro puño estalla contra su mejilla derecha, y otro en su cabeza, y otro, y otro.. hací hasta que siento que alguien tira fuerte de mí pero no suelto al desgraciado es tanta la impotencia que no logro distinguir nada, solo es la fuerza incontrolable que impacta una y otra vez contra el cuerpo de Colín.

-Estás matándolo.- una voz reconocible habla

Pero aún así sigo atacando violentamente. Apenas y muy por encima logro oír gritos hasta que de un gran impacto alguien me aleja del individuo. Intento safarme pero es muy resistente y logra detenerme.

-¿¡Estás loco!? y muy en problemas idiota.- esa voz inconfundible de Zay

No digo nada. Me quedo helado al ver médicos y policías corriendo por el lugar, giro mi vista y tengo a tres hombres incluyendo a Zay sosteniéndome, vuelvo la vista y Colín está tirado en el suelo casi parece muerto pero escasamente su abdomen sube y baja, es a tal punto irreconocible, su cara desfigurada llena de moretones, sangre al rededor de su cuerpo... yo.. yo no lo hice..

¿ORGULLO O AMOR?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora