Cuando desperté, supuse que no había pasado mucho tiempo desde el desmayo, ya que seguíamos en la misma habitación en que había ocurrido. Traté de enderezarme, pero una cabeza apoyada en mi abdomen me detuvo, Kyuhyun dormía plácidamente allí. Se podía inspirar esa paz que no tenía en el momento en que me desmayé. Me quedé mirándolo, absorta en mis pensamientos. Repasando y memorizando cada detalle de su rostro. ¿Por qué tenía que gustarme alguien tan imposible como él? ¿Por qué los adolescentes deben enamorarse? ¿Es tan difícil tan sólo abstenerse de eso? Lo hice en los últimos años, ¿Por qué ahora ya no puedo?
-¿Me miras porque soy guapo cierto? – dijo Kyuhyun impidiéndome continuar soñando despierta.
-¿Eh? – contesté a la vez. Claro que había escuchado, simplemente no sabía que responder.
- Si no me entendiste, entonces ¿Por qué te estás sonrojando? – dijo después de unos segundos. Pude sentir el calor instantáneo en mis mejillas. ¡Mierda!, pensé.
- Oye, lamento haber entrado y...-
-No, no debí gritarte así – me interrumpió mientras se incorporaba. - ¿Estás bien?- me dijo con tono preocupado.
- ¿Qué? – contesté confundida, y luego recordé: El mareo, sus brazos sobre mí. – Ah, sí. Estoy bien- dije con duda.
- ¿Quieres que te toque algo? –
- ¿Qué?- dije mientras abría mis ojos. No había entendido el sentido de la pregunta hasta que él comenzó a reír inocentemente por mi estupidez mientras yo me ahogaba con la sangre que nuevamente se acumulaba en mis mejillas. Kyuhyun tomó una armónica de la mesa y comenzó a tocar una melodía lenta, suave y relajante. Pero lo más horrible, era que aún con el esfuerzo de sus facciones, seguía sin encontrar error alguno en él. Y eso, me dejaba sin nada.
Me volví a recostar, olvidándome de todo y de todos. No importaba lo que pasaba a mí alrededor, ni mucho menos. Estaba feliz y nadie me quitaría el momento. Kyu terminó de tocar.
- Y ahora ¿Puedes perdonarme? –
Asentí con la cabeza mientras sonreía. Kyuhyun me miró dulcemente. Y eso hizo mi corazón latir con aún más fuerza, ayudándome a comprender lo que menos quería reconocer: Estaba enamorada de él y nada de lo que pasara me haría volver. Que se joda el destino.
Arruinando el momento, la puerta sonó. Kyuhyun se paró de golpe. El descanso había terminado. ¿Cuánto tiempo había pasado? Dos horas como mínimo.
- ¡Cinco minutos! – gritaron desde el otro lado de la puerta. Y recordé, faltaba grabar el comercial.
Nos paramos y nos dispusimos a salir del camerino. Al llegar, todos ya estaban allí. Pero al ver que llegamos juntos, Victoria posó su mirada en nosotros, haciendo que la tensión entre el resto de los que estábamos allí se volviera realmente insoportable. Cuando comenzábamos a grabar el comercial llegó un funcionario inesperado.
- Lo siento señor director, pero el joven Hankyung ya no puede grabar. Eso va en contra de las leyes señor – le dijo el joven al director mientras señalaba a Hankyung. La mirada de Hannie se cayó por completo. Con la cabeza hacia el suelo, hizo una última reverencia y salió del salón. Después de haber pasado la mitad del programa sentado fuera de cámaras, ¿cómo podían hacerle eso?
Al terminar de grabar, caminé hacia mi camerino sonriente cuando comencé a escuchar sollozos. Miré hacia todos lados, caminando en dirección opuesta a donde venía me di cuenta de que estos provenían de una habitación que estaba por un pasillo que no conocía. De repente, por una puerta salió el director de "StarLife". Y nuevamente me tuve que ocultar. ¿Qué tengo yo que andar haciendo por aquí?, pensé. Me arrepentí de haber venido, hasta que lo vi. Hankyung salía de la misma habitación que el hombre "StarLife". No poseía la sonrisa que traía en él siempre, sino un rostro muerto con la apariencia que tiene una persona que lleva noches sin dormir.
Salí de mi escondite y lo seguí lentamente tratando de que no se diera cuenta. Pero mi esfuerzo fue en vano, pues antes de que yo pudiera notarlo el giró sobre sus talones y quedó frente a mí.
- ¿Me estas siguiendo o algo por el estilo? – me dijo con rostro lleno de confusión. Me quedé helada, sin saber qué responder. –Algo me dice que viste algo que obviamente no debiste ver – nuevamente no respondí. – Bueno, el que calla otorga – dijo y dio media vuelta para continuamente seguir caminando.
- ¡Espera! – dije vacilante. Él volvió su mirada a mí lentamente esperando que continuara. Caminé hacia él esperando que hiciera algo al respecto, sin embargo él no hizo nada. Inmediatamente me di cuenta de que él estaba realmente mal. Lo miré a los ojos. Pero el continuó con la mirada perdida en el suelo. – Invítame una copa, aunque tú la necesites más que yo – dije sin tono. Él me miró con duda, como si yo estuviera loca, pero ¿Qué más da? Lo estoy.
- Me estás diciendo que... -
- Solo vamos – le dije y lo tomé de la muñeca. Antes de comenzar a caminar, él hizo una mueca de dolor volteando hacia otro lado, pero alcancé a distinguirla. Tomé su mano y la giré. Me horroricé al ver su desgracia. Varias, no podía contarlas, ¿Cómo podía ocultar su dolor tan bien? ¿Cómo podía olvidar lastimándose así? .Él me miró apenado. Le dediqué una sonrisa. – Solo vamos – repetí. Él asintió con la cabeza y me siguió hasta mi coche. ¿Por qué estaba haciendo esto? Digo, ¿Cuántas veces había hablado con este tipo? Una, dos, tres... Ni siquiera importa. Ahora compartimos el dolor, aunque sea por motivos diferentes. Lo volteé a ver. Y él seguía pensativo enfocando su mente en lo que se podía ver por la ventana del coche mientras yo conducía a un bar. ¿Qué íbamos a hacer? Simple, tomar y olvidarnos de todo. Sin importar lo que mañana pasara. Además, ¿Quién dice que habrá un mañana? Este chico necesita de mí, puedo sentirlo. Lo quiero ayudar, pero no sé cómo. Así que lo único que en este momento puedo hacer por los dos, es hacerlo olvidar todo por la noche, con la esperanza de que por la mañana, una nueva idea llegara a mí. Llegamos al lugar. Él tuvo que mostrar su identificación para dejarlo pasar conmigo. Pero justo cuando acabábamos de entrar, él jaló mi mano y me detuvo.
- Min, verás yo no... - comenzó a decir nervioso.
- Yo pagaré todo – dije firmemente dedicándole una sonrisa. No podía permitir que la noche se nos arruinara por eso.
- Min, no hagas esto – contestó en tono de súplica.
- Considéralo como un préstamo. – le dije y tomé su mano con sumo cuidado de no dañar sus heridas. Jalándolo hasta la barra. – Dos martinis por favor– dije en tono completamente audible para que Hannie se preparara. Esta noche de los dulces lazos del alcohol no se escapaba. Lo haría olvidar este día por las buenas o por las malas. Él se merece una vida mejor, se ha esforzado demasiado.
Él me miró con confusión.
- ¿Por qué haces esto? – me preguntó. Había estado esperando que lo dijera, puesto que quería que supiera que lo apoyaba.
- Porque sé que tu lo necesitas tanto como yo. Esta noche, nada te hará olvidar mejor que esto. Ni siquiera una prostituta. – recalqué, haciendo que por fin comprendiera que mis intensiones en realidad eran buenas.
- Pero si... -
- Nadie se va a enterar de esto por mi boca, lo prometo. No soy de esas personas que se arriesga a la ligera. Prometo que no te arrepentirás – dije cerca de su oído para que nadie más que él pudiera oírlo.
- Gracias – dijo casi inaudible. Pero después recuperó la postura, justo al tiempo en que el camarero trajo las bebidas a nosotros. – ¿Y tú? ¿Por qué estas así? –
- Ya sabes, el amor –
- Te gusta alguien imposible -me dijo. Abrí los ojos por su gran capacidad para averiguarlo. – Bueno, no te asustes. Esto es my común en la gente que es famosa – me dijo con voz tranquilizadora. Sonreí. Y comprendí que un verdadero amigo, sólo podría encontrarlo en él: Hannie.
- Así es – dije sin ánimos. ÉL recuerdo de Kyuhyun hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo. Pero era demasiada mi duda. ¿Y si él no era de confiar? No podía ser. Así que decidí arriesgarme. – Kyuhyun – contesté en seco, esperando que él se riera de mi ingenuidad. Sin embargo, no lo hizo.
- Entonces ya lo sabes – comentó mientras bebía de su Martini, terminando con el contenido del vaso. – Mesero, dos más – dijo señalando nuestros vasos. Lo miré con incredulidad. Él qué sabía si seguiríamos tomando. –Lo necesitarás. Este que viene y otros más – dijo mirándome a los ojos.
- ¿Por qué? – dije curiosa. ¿A qué se refería?
- Porque debes saber, que Victoria, es su novia- .
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VOLVER A MI - Cho Kyuhyun
Fanfiction¿Qué pensarías si pareciese que el destino planea una cosa y hace todo lo posible por que pase otra? ¿Que dirías tu si yo te dijera que el amor de tu vida primero lucha con su pasado, y de un momento a otro lucha por sobrevivir tirado en una cama de...