Capítulo 17

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Corrí hacía el baño aún con el agua que comenzaba a inundar la habitación. La puerta estaba cerrada. Fui a la cocina y saqué el afilador de cuchillos para golpear la puerta, las lágrimas y el estrés me estaban haciendo desmayar. Sólo logré hacer un pequeño hoyo. Entonces regresé la cocina y abrí las puertas que daban al compartimento de las herramientas. Tomé un martillo. Lo llevé a la puerta del baño.

- ¡Resiste Hannie por favor! – grité. Quería pedir ayuda. Pero una parte de mí decía que no lo hiciera.

Golpeé la chapa. La volví a golpear. Usé más fuerza. Pero las lágrimas luchaban por nublar mi vista. Respiré hondo y pateé la puerta. Al instante está abrió dejando ver al débil Hannie en la bañera cubierto en agua con el brazo sangrando.

- ¡Hannie! –

Me acerqué a su cuerpo y me hinqué en silencio. No sabía qué hacer. Solamente que había que actuar con rapidez. Jalé el cuerpo y lo saqué de la bañera. Hice una almohada con una toalla para la cabeza de Hannie. Cerré el grifo causante de la inundación de la casa y arranqué la cortina del baño para cortar el flujo de sangre de la mano de Han.

- ¡Hannie! ¡Hannie despierta por favor! – le dije mientras comenzaba a zarandearlo para hacerlo volver en sí. Puse mi oído en su pecho. Nada.
Cuando pensé que por fin volvería la calma me salen con esto. Ya me encontraba llorando. Presionando fuerte el pecho de Hannie como me habían enseñado una vez. Después de que mi hermana se ahogó en el mar, mis padres decidieron llevarme a un curso que incluía defensa personal, salvavidas, primeros auxilios entre otras cosas. Jamás pensé en que tendría que usar mis conocimientos de esta manera.

Poco después de presionar como se debía, Hannie comenzó a escupir el agua. Trató de levantarse pero no pudo. Estaba débil.

- Hannie, espera, voy a llamar una ambulancia – le dije mientras me paraba del piso para ir por mi celular. Pero la mano de Hannie jaló la mía para detenerme.
- No lo hagas –
- Debes ir a que revisen cómo estás, esto es grave – contesté.
- La prensa Min –
- Lo primero es tu salud. – sostuve su mano unos segundos. Luego él la apretó.
- Por favor Min – y de alguna manera me convenció. Así que lo cargué hasta el sillón, bueno, lo arrastré, y lo recosté tratando de no lastimar su mano sangrante y su cuerpo débil. Busqué algo con que vendarle la mano como un trapo o una cortina pero joder, estábamos en el piso de arriba, sentados en un sillón en medio de un pasillo, sin nada más. Lo primero que pensé fue exactamente lo que hice, sin importar mi dignidad ni mi intimidad. Me saqué la remera de un dos por tres dejando al descubierto un hermoso brasier color rosa fucsia que era mi favorito, tenía unas finas líneas de hilo bordado que se entrelazaban para extrañamente formar una flor. Vendé su mano con la blusa tratando de apretar fuertemente el lugar de la hemorragia. Luego lo miré detenidamente, tratando de encontrar más rastros de error, tristeza, y en el mayor de los casos, signos de muerte obviamente no deseados. Pero al parecer planeaba desangrarse hasta quedar inconsciente, posteriormente ya sin conocimiento se sumergiría lentamente hasta ahogarse y... morir. Joder. Era un plan macabramente perfecto.

- ¿Te duele algo? –

Hannie me miró como si la respuesta fuera obvia. Y LO ERA. Tenía una mano lastimada no accidentalmente. Asentí. Me paré y me dirigí al baño para abrir la gaveta de los medicamentos y buscar una aspirina, o un paracetamol, o algo que lo haga no sentir aún más dolor del que siente ahora y también un vaso con agua. No se cómo ayudar a Hannie. Mierda. Me siento tan mal. Porque por mi culpa ha pasado esto. Yo veía la vulnerabilidad de Han pero no prestaba suficiente atención. Me cegaba por pensar en Kyuhyun. Si yo hubiera pasado mayor tiempo con él lo hubiera podido evitar, lo hubiera ayudado. Y ahora no nos encontraríamos en esta situación. Volteé para ver a Han desde el baño, dormido, con el rostro más calmado. Sentí un gran escalofrío recorrer mi espalda y dirigirse a mi cuerpo. Y recordé que no traía camisa, así que me dirigí a la habitación de Hannie para abrir la cómoda que había frente a su cama y sacar una de sus camisas para ponérmela. Después vi en la cama una cobija y decidí llevarla conmigo.

Hannie se encontraba concentrado mirando fijamente el techo. Le di la pastilla y el vaso con agua, él se la tomó para luego entregarme el vaso.

- Hannie... lo siento – él frunció el ceño y me miró desaprobante – Yo... Todo esto es mi culpa, si tan sólo te...-
- Min, no. – interrumpió - Esto fue mi decisión. Y aunque agradezco, y la vez no, el que me hayas salvado de... suicidarme – completó con dureza – Esto no tiene nada que ver contigo. – luego tomó mis manos y me miró a los ojos - ¿Sabes lo importante que eres para mí verdad? – preguntó. Negué con la cabeza. - ¿Y sabes por qué eres tan importante? – negué nuevamente. – Porque a pesar de que eres lo único que tengo, eres lo más que puedo tener, no porque no seas mejor, sino porque joder, quien tiene el privilegio de estar junto a ti es una persona realmente bendecida, porque no hay nada mejor que tú, porque ¿Min, que haría sin ti? Me moriría – toció – bueno, literal y no literal. ¿No lo ves? Te necesito para vivir. Si no hubieras llegado hubiera muerto. Es como... -
- Creo que te estoy entendiendo Han y... -
- Min, te necesito para vivir. Tu eres un pulmón y yo el otro. Juntos nos complementamos – Hannie me miró a los ojos y yo lo miré, dentro de ellos pude encontrar al Hannie que tanto extrañaba, me lancé a sus brazos, porque sólo ese piropo tan malo y original me demostraba que Hannie era el mismo, y que siempre lo había sido, y que joder, lo extrañaba tanto.

- Por cierto – dijo cuando nos separamos – bonita camisa –
- Gracias – esbocé una sonrisa torcida
- Tienes unos gustos tan buenos como los míos –
- Incluso pareciera que la escogiste tú ¿cierto? – él sonrió y me picó el abdomen.
- Muñeca, me has leído la mente -

Eunhyuk salió mágicamente del cuarto de servicio y me tomó de la cintura para meterme dentro.
- ¡Dios! ¿Qué es lo que te pasa? Eunhyuk, ¿qué demonios te pasa? – esbozó una sonrisa torcida y coqueta.
- Tienes que salir conmigo, por favor, debes darme una oportunidad –
- ¿Por qué estás tan empeñado en salir conmigo? – miré sus brazos y él soltó mi cintura.
- Porque no voy a salir con nadie que no seas tú –
- Pero... es que.... Esto es ... -
- ¿Estás segura que no andas con Han? -

¿Dónde rayos estaba Han en este momento tan difícil? Claro, deprimido. En verdad no tengo ni la menor idea de cómo ayudarlo. ¡Haaaaaaaannie por favor ayúdame!

- Min, ¿te sientes bien? –
- AH, ¿qué? – he aquí una forma de evadir los problemas. – Ah no, no me siento bien, mejor me voy a casa – me di media vuelta, abrí la puerta y salí de ese terrible problema.

Caminé por los pasillos de reconstrucción de canciones hasta parar en el set de grabación de canciones reconstruidas, donde se escuchaba a alguien regañar a otra persona.

- Hankyung, ¿no puedes hacer nada bien carajo? – gritó el vocalizador.
- Lo siento señor Jung – repitió seguramente cabizbajo, tal como la autoestima de Hannie permitía. Simplemente que... esta vez no permitiría que el intento de suicidio sucediera....

 VOLVER A MI - Cho KyuhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora