Pd; mis ediciones de tres pesos son de 2016 :')
[ ☆ ☆ ☆ ]
JongIn despertó con todos los ánimos del mundo.
Estiró los brazos y se precipitó hasta la orilla de la cama, buscando las pantuflas con las puntas de los pies mientras dejaba escapar un bostezo con la boca demasiado abierta.
Tenía sueño, pero no importaba, parpadeó hasta espabilarse por completo y se dirigió hasta el espejo de cuerpo completo que tenía en una esquina de su habitación. Se observó sonreír en el reflejo y aunque se veía bastante gracioso, su corazón retumbó cuando se dio cuenta de que era lunes.
Lunes de ir a la escuela, lunes a ver a KyungSoo y de seguirlo con la mirada a donde fuera.
Y definitivamente... Lunes de hablarle a KyungSoo.
Estaba demasiado determinado y confiaba en toda su capacidad para socializar. Iba a acercarse al chico bajito y le sonreiría encantadoramente, tanto que él seguramente con eso tendría suficiente para caer ante sus pies.
Le tomaría de la mano, le saludaría y eso sería todo.
Tendrían unos tres o cuatro bebés. No sabía si a KyungSoo le gustaban los perros o los gatos, a él le gustaban los perros... tenía un par de ellos, pero podía tener perfectamente un par de gatos y no pasaba nada. A menos que resultara ser alérgico.
Eso no lo sabía aún pero no se preocupaba por eso, sabía que cualquier cosa lo resolvería en el camino. Cualquier cosa no iba a interponerse en su feliz vida.
Ya se imaginaba a su primer hijo gateando por la cama despertándolos a ambos después de haber tenido una buena noche de intimidad.
Se le colorearon las mejillas y se salió de la ducha que terminó de despertarlo. Pero la sonrisa no podía esfumarse de su cara.
Se dirigió hasta el cuarto y comenzó a secarse el cuerpo, metiendo las flacuhas piernas en los pantalones y acomodándose la camisa blanca del uniforme.
Se preguntó cómo le gustarían los hombres a KyungSoo y esperaba que fueran atractivos, encantadores, con personalidad arrolladora como la suya y sueños grandes como los que él tenía ahora a su lado.
Rogó porque el chico también hubiese pasado el fin de semana pensando en él. Aunque fuera un día, o aunque fueran quince minutos. Lo que fuera estaba bien.
Terminó de cepillarse los dientes y se peinó el cabello hacia atrás y después se llevó una mano llena de crema de peinar a la cabeza, alborotándose el cabello por todos lados.
Se acomodó el corbatín porque nunca había aprendido muy bien a atarlo y recogió sus cosas apresuradamente, bajó las escaleras a toda prisa, momentos después se vio deteniéndose en la puerta de la casa repentinamente.
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La técnica de Kim JongIn ❀ KaiSoo
Fanfiction❀ Está científicamente comprobado que cuando alguien se enamora, pierde la cordura. SeHun no cree en esas estupideces, pero JongIn ha desarrollado una técnica infalible para que el futuro padre de sus hijos caiga redondito a sus pies. Y quien sabe...