Las manos le temblaban, las piernas le temblaban, por lo que se agarró de la camiseta de JongIn para no caer en el intento, sentía que en cualquier momento iba a colapsar si no se daba prisa, sentía un calor recorrerle la cara que seguramente había cambiado de color, estaba completamente avergonzado, sin embargo, pese a que su corazón pareciera huir de sus recónditos, se tranquilizó a sí mismo mientras la adrenalina del momento le recorría todo el cuerpo, así que se impulsó con algo de fuerza sobre la punta de sus pies, al tanto que tiraba de la camiseta de JongIn para que se inclinara, se golpeó la nariz en el proceso, pero decidió estirar sus labios de corazón para terminar con el asunto de una vez por todas.Sintió un revoloteo en su interior cuando sus labios se tocaron, cuando se separaron después de un mísero contacto y volvieron a adherirse a los del chico más alto porque lo necesitaba, sentir cualquier tipo de contacto suyo, sentir que era real, que se había atrevido y que no era un sueño.
KyungSoo temía abrir los ojos y desaparecer de aquel patio lateral, despertar en su cuarto demasiado conmocionado, decepcionado de que todo hubiera sido mentira, pero cuando finalmente decidió que debía echar un vistazo, solo pudo observar a un JongIn atónito que lo miraba con curiosidad.
Quería salir despegado de ahí, porque no tenía palabras qué decir, no después de atreverse a besarlo. Pero fue sorprendido por las manos de JongIn que se acomodaron en su cintura en un par de segundos.
La mirada del moreno cambió drásticamente en un solo momento, era dulce, tierna, era todo menos lo que él temía.
JongIn le sonrió y se inclinó nuevamente, porque no tenía nada que perder, así que pegó su frente a la suya y respiró profundamente, tomando todo el aire que le había estado haciendo falta debido a la sorpresa, después hizo que sus labios atacaran a los de KyungSoo con suavidad, un par de roces, segundos de contacto que lo hacían enloquecer, así que cerró los ojos para dejarse llevar.
KyungSoo hizo lo propio. Se dejó besar la boca de aquel chico del que tanto trabajo le había costado reconocer que le gustaba, le gustaba como lo abrazaba justo en ese momento, con precisión, al igual que sus seductores labios que no paraban de moverse sobre los suyos, hasta robarle completamente el aliento.
Se separaron porque les hacía falta aire, pero sus manos eran incapaces de dejar ir el cuerpo del contrario, como si con ello el hechizo fuera a romperse.
—¡Oh por todos los cielos!
Escuchar aquella voz hizo a ambos estremecer, prácticamente aventándose para alejarse por reflejo propio. KyungSoo se giró en todas direcciones sin saber qué hacer, mientras que JongIn cerró ambos ojos e hizo una mueca de fastidio porque no importa que tan lejos corriera, no importara si intentaba esconderse, a esas alturas ya no podía. Ninguno podía.
—¡Debí traer la cámara! — exclamó la Señora Kim desde el patio frontal de la casa, con las manos sobre las mejillas como si fuesen a caérsele de no tenerlas en ese lugar. —No puedo creerlo.
—¡Mamá!... ahora no por favor — JongIn soltó una voz que a KyungSoo le pareció graciosa aun cuando había estado a punto de morir del susto y la vergüenza.
—Kyunggie precioso... — La madre de JongIn ignoró olímpicamente a su hijo y dio un par de pasos hacia el más bajito, haciendo que el mismo se encogiera en su lugar, como un criminal.
JongIn apretó los ojos porque ahora que las cosas iban bien, alguien tenía que llegar a arruinarlo. — ¡Mamá!
La Sra. Kim abrazó protectoramente a KyungSoo y posteriormente le besó la frente mientras lo observaba con los ojos brillantes.
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La técnica de Kim JongIn ❀ KaiSoo
Fanfiction❀ Está científicamente comprobado que cuando alguien se enamora, pierde la cordura. SeHun no cree en esas estupideces, pero JongIn ha desarrollado una técnica infalible para que el futuro padre de sus hijos caiga redondito a sus pies. Y quien sabe...