🐻💖🐧Era un nuevo día, una nueva semana escolar iniciaba.
Los pájaros cantaban y el sol comenzaba a levantarse en el cielo azul, mientras que Tao caminaba apresuradamente porque de otra forma, seguramente su primo iba a dejarlo.
—Maldición... — exclamó cuando salió apresurado del complejo departamental y se dio cuenta de que su primo se había ido sin él.
YiXing prometió esperarlo, estaba cansado de irse solo y más en ese momento que necesitaba poner todo de sí mismo. Fue su tía la que habló con su padre para decirle que ZiTao estaba experimentando un cambio, cuando su padre decidió que era hora de regresar a casa.
Por supuesto que Tao lo pensó mucho y no había pegado el ojo en toda la noche del viernes y el sábado... porque tenía demasiadas cosas que pensar. Le gustaba la casa de su tía pese a que fuera tan sencilla. Le gustaba la calidez que sentía en ella.
La manera en que todos se llevaban entre sí y se apoyaban, el veía a su padre una vez a la semana y eso era darse por bien sentado, porque su padre era un hombre muy ocupado y no tenía tiempo para las cosas de familia, mucho menos para las cosas de ZiTao.
Tao extrañaba a su madre que estaba en el cielo y le parecía un poco deprimente volver a aquel lugar que se la recordaba tanto. Eso sin mencionar que nunca tuvo muchos amigos. Era demasiado selectivo después de todo.
Y allí tenía a YiXing, pese a que él siempre anduviera en las nubes, seguramente pensando en su noviecito que no quería presentar. Y todos se habían portado muy bien con él pese a que él se hubiese comportado como un idiota al principio.
Incluso SeHun...
El rubio se detuvo de repente, sus pies se incrustaron sin más sobre la acera al observar al chico que si bien no le alcanzaba en estatura, era alto. Tragó saliva y las manos le comenzaron a temblar, Tao creía que no sabía a qué se debía aquella sensación, pero las palmas de sus manos amenazaban con ponerse a sudar.
Respiró profundamente y decidió relajarse, fue entonces cuando SeHun se percató de que se aproximaba y se giró para recibirlo, esbozando lo más parecido a una sonrisa que Tao pudo observar antes en esa cara pálida.
Tao se detuvo a un par de pasos frente suyo y sus mejillas se arrebolaron inconscientemente, desvió la mirada de su cuerpo porque de pronto parecía que tenía un rayo en los ojos que lo escaneaba bajo la ropa. Recordaba el espléndido cuerpo del muchacho cuando estuvo en su casa, en su cuarto.
Y sus manos temblaron más de tan solo recordar como tuvo que untar la crema sobre su piel, tan delicadamente que se le secó la boca con un par de roces. Se aclaró la garganta para salir de su ensimismamiento, para dejar de pensar estupideces.
—Estás aquí... — SeHun exclamó con una mueca en los labios, con los ojos brillándole un poco más de lo normal, al menos eso era lo que Tao pensaba.
—¿Qué haces aquí? — murmuró el chino mientras fruncía un poco el ceño, solo un poquito porque no quería parecer rudo con Oh, ya no.
—Pues... esperaba. — SeHun respondió mientras se balanceaba sobre las plantas de sus pies, adelante y hacia atrás... lentamente, con las manos en los bolsillos cual niño pequeño.
—Vas a llegar tarde...— Tao comenzó a caminar a sabiendas de que lo seguiría.
—No importa... ¿Sabes? Escuché que podrías irte...
Tao no se detuvo, quizá estuvo propenso a hacerlo, pero únicamente se dedicó a disminuir la velocidad un poco, esperando que el chico lo alcanzara para poder caminar codo a codo con él.
ESTÁS LEYENDO
La técnica de Kim JongIn ❀ KaiSoo
Fanfiction❀ Está científicamente comprobado que cuando alguien se enamora, pierde la cordura. SeHun no cree en esas estupideces, pero JongIn ha desarrollado una técnica infalible para que el futuro padre de sus hijos caiga redondito a sus pies. Y quien sabe...