La tarde avanzaba lentamente. Los matices que creaba el atardecer en aquellos tonos pasteles se le antojaban a ZiTao demasiado hermosos para ser verdad, las nubes parecían algodón de azúcar y él suspiró sin remedio. Todo aquello lo ponía un poquito, solo un poquito emocional.ㅡ Te ves tan bien hasta cuando suspiras.
Tao observó de reojo al menor que avanzaba a su lado, cambiando radicalmente la expresión en su rostro por otra más seria.
Quería lanzarse sobre el siguiente coche en movimiento que viera, porque era un completo cabezota pedazo de imbécil. Mira que haberle dicho que sí a Oh SeHun para que lo esperara y lo acompañara hasta su casa.
Las semanas avanzaban y cada día él se sentía más exhausto. Y aquellos chicos que lo comenzaron desde el primer día habían seguido asistiendo a comprar nieves, con la intención de verlo, claro.
Tao lo sabía no porque fuera un presumido, bueno... tenía de eso un poco, debía admitir. Pero también porque fueron ellos los que le advirtieron que lo seguirían a casa de ser necesario y ahí era donde entraba su estupidez.
SeHun se había encargado de hacerle saber que él simplemente no podía permitirlo y que lo acompañaría fielmente a su casa para que no lo molestaran, sin importar que tuviera que esperarlo a que su jornada terminara.
ZiTao se reprendía porque él era un hombre, uno que sabía de artes marciales y que podía defenderse muy bien por su propia cuenta, y aun así le había dicho que sí entre risas. Porque debía admitir que el mocoso era un chico gracioso que siempre estaba encontrando la manera de hacerlo reír.
ㅡ No te pongas sentimental, Oh SeHun.
ㅡ SeHunnie... ㅡ Murmuró en voz baja mientras bajaba la vista hacia la acera y se le sonrosaban las mejillas pálidas ㅡ puedes llamarme SeHunnie si quieres...
Tao tragó saliva ante el comentario y no pudo evitar echarse a reír, el tipo era todo un caso, sabía muy bien que gustaba de él pero era pésimo intentando ligar. ¡Que alguien lo detuviera!
Rió sonoramente cuando ambos chicos, Jae Hwan y Won Sik se entrometieron en su camino, con un rastro claro de fastidio en las facciones de sus caras.
ZiTao se detuvo y estiro la mano para que SeHun hiciera lo mismo, el menor reaccionó tardíamente y levantó la mirada sin comprender por qué Tao había querido tomarlo del brazo, clara fue su decepción al observar a aquellos dos entrometidos frente a sus narices.
ㅡ Oh SeHun, ¿qué haces con el chino? ㅡ el tal Jae Hwan levantó la barbilla imponente mientras lo observaba desafiante.
Sehun arrugó el ceño y rodó los ojos sin poder evitarlo, poco le importaba a esas alturas si su madre tenía razón y se quedaría calvo prematuramente. Era la única manera de expresar el fastidio que excedía sus límites en esos momentos.
ㅡ ¿Qué te importa? ㅡ Soltó con hostilidad mientras suspiraba porque seguramente terminaría partiéndoles la cara a esos dos.
Parpadeó con los ojos brillantes porque era una buena oportunidad después de todo, para demostrarle a Tao de qué estaba hecho, que podía defenderlo de tipejos como esos y así, seguramente el chino caería redondito a sus pies.
ㅡ No nos salgas bravucón, Oh... que tienes pinta de todo menos de ser hombrecito. ㅡ El chico se mofó de SeHun en sus narices y él, simplemente apretó sus puños con fuerza, haciendo que sus nudillos se pusieran blancos.
ㅡ ¿Quieres que te rompa la cara? ㅡ Preguntó SeHun con seguridad en sus palabras ㅡ Mejor lárgate de aquí si no quieres ir con un ojo morado a clase mañana.
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La técnica de Kim JongIn ❀ KaiSoo
Fanfiction❀ Está científicamente comprobado que cuando alguien se enamora, pierde la cordura. SeHun no cree en esas estupideces, pero JongIn ha desarrollado una técnica infalible para que el futuro padre de sus hijos caiga redondito a sus pies. Y quien sabe...