❀ Está científicamente comprobado que cuando alguien se enamora, pierde la cordura.
SeHun no cree en esas estupideces, pero JongIn ha desarrollado una técnica infalible para que el futuro padre de sus hijos caiga redondito a sus pies.
Y quien sabe...
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A Escondidas
Dedicado a MitcheKiller117 sin ella esta pareja no existiría en esta historia.
☡Advertencia: Los extra son eso, escenas perdidas en el tiempo después del final o antes del final. Esta escena se encuentra ubicada dos años después de la graduación de JongIn y sus amigos, es decir, un año después de que Tao y SeHun se graduaran.
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Desde que era pequeño, Huang ZiTao había viajado constantemente a Corea del Sur por asuntos de negocios, su padre los atendía y mientras tanto él y su madre paseaban y conocían nuevos lugares. Tao se la pasaba bastante genial y tenía todo lo que quería.
Pero las cosas habían cambiado. Mudarse a Seúl había sido todo un desastre, al principio fue difícil convencer a su padre de que debía dejarlo en la pequeña ciudad donde residían sus tíos, incluso ellos habían tenido que meter mano en la plática para que el señor Huang permitiera que Tao se quedara en su casa. Después de tantas insistencias y pensárselo muchas veces, su padre le había dado el sí.
Se había instalado en la casa de los Zhang definitivamente y todos lo habían recibido con los brazos abiertos después de regresar de China, había tenido que ir una semana como condición de su padre. Habían aclarado las cosas y Tao le había hecho saber que no quería estudiar administración, que no era lo suyo y que si no lo apoyaba él bien podría ver la manera de trabajar para salir adelante.
Cosa que por supuesto que sorprendió al Señor Huang, porque su pequeño no podía trabajar en cualquier lugar así como así, y sabiendo que lo que Tao le reclamaba era más que verdad, no le quedó de otra que resignarse.
Pero ahora era diferente, cuando pisó nuevamente Seúl para quedarse definitivamente, lo hizo siendo aceptado en una reconocida escuela de diseño, donde él sabía que podía sobresalir porque tenía el estilo y el gusto necesario para hacerlo. Tao no dudaba de sus habilidades, y su padre había comenzado a consentirlo, por lo que le compró un departamento en una de las secciones no tan mal ubicadas de la ciudad.
De hecho estaba demasiado bien ubicado para el gusto de cualquiera, la escuela no le quedaba demasiado lejos y su padre se había encargado de que su hijo tuviera un coche para transportarse lo necesario, para que no tuviera que andarse en esos transporte públicos donde pudieran hacerle algo malo.
Sin embargo, Tao escondía algo a su padre por el miedo a su reacción ahora que las cosas iban un poco mejor. Y sabía que tenía que arreglar el asunto lo antes posible, solamente tenía que encontrar el momento indicado. El problema era que no lo encontraba.
