Capitulo 13 "La culpa"

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El perdedor


Capítulo XIII "La culpa"


Me sentía mucho mejor, al parecer Vegeta sí estaba interesado en mí.


Estuve toda la tarde pensando: siempre existía la posibilidad de que mi entusiasmo por Vegeta - o el suyo - desaparecieran muy pronto. Tal vez en el fondo sí estaba enamorada de mi novio, y esto me hacía sentir tan rara porque era una novedad. Vegeta me gusta, es cierto, pero no estoy muy segura de que se trate de amor, y en ese caso es un riesgo arruinar mi relación por una tontería del momento. Dudo realmente que Vegeta me ame, eso me parece realmente imposible. Sin embargo, me hacía muy feliz estar con él.


Al anochecer, cuando ya todas las luces de la casa estaban apagadas, fui al cuarto del saiyajin. La ventana estaba abierta, y eso significaba que estaba en el tejado. Subí y me senté a su lado.


***************


- ¿Qué haces aquí? - le pregunté


- Quería verte un rato


- ¿para qué?


- Pues... para charlar...


- No quiero charlar.


No era buen momento para que ella apareciera. A decir verdad, me sentía un poco mal. Supongo que era por el beso que le di a Yuki. Era un sentimiento muy raro, creo que se llama culpa.


- ¿Qué te pasa? - me preguntó extrañada


- Nada - gruñí


- Pero qué humor tienes... - comentó - ¿Qué debo hacer para que sonrías?


- Largarte


- Eres muy desagradable - se quejó, poniéndose de pie - tienes razón, me voy


Se puso de pie y comenzó a caminar en el techo, pero un paso en falso la hizo resbalar. Rápidamente me acerqué y la atajé. La tenía en mis brazos.


- Gracias - balbuceó, asustada


- Eres una tonta - la regañé sutilmente


- Y tú un idiota


Nos miramos. Esos ojos azules... eran mi perdición. Con mi pulgar acaricié su rostro.


- ¿Puedes darme una razón para no casarme? - me preguntó


Bajó de mis brazos y se puso de pie frente a mí. Me acerqué lentamente y nos besamos. Su teléfono, en su bolsillo, comenzó a sonar. Ella lo observó.


- Es Yamcha - me dijo


- ¿Vas a contestar?


- No - sonrió - ¿o quieres que le conteste?


- Claro que no.


Le quité su celular y lo arrojé desde el techo hasta la piscina. Me miró un poco espantada. Luego volvió a sonreír.


Volvimos a sentarnos, juntos. Cada cierto tiempo nos besábamos. Ella se acurrucó a mi lado. Cerré mis ojos, era increíble como esa terrícola me producía tanta paz. De pronto sentí su mano, que estaba en mi pecho, bajar demasiado.


- ¿Qué haces? - pregunté, nervioso


- ¿quieres que me detenga?


- No he dicho eso - respondí


Sus manos se metieron en mi pantalón.


- No, no aquí


Con un solo movimiento la tomé y salté dentro de mi habitación. Allí se desató la pasión: le arranqué su blusa, enloquecido, mientras ella seguía jugueteando con mi parte más delicada, que en ese momento se encontraba mucho más fuerte de lo normal.


La llevé hasta la cama y me quité los pantalones. La contemplé en ropa interior, era una mujer hermosa. Me lancé sobre ella, que no paraba de gemir.


Estábamos listos para hacerlo. Pero...


****************


Escuchamos voces, unas muy conocidas. Era mi madre... y Yamcha.


- ¿Dónde está Bulma? - interrogaba Yamcha


- No lo sé, joven Yamcha, hace buen rato no la veo, debió ir a dormir


- No está en su cuarto - dijo parándose en la puerta - ¡Bulma!


Con Vegeta nos miramos horrorizados.


- ¡sé que estás aquí, Bulma!


Vegeta se puso pantalones y yo mi blusa. Me tomó de un brazo y me llevó al balcón.


- ¿Qué haces? - le pregunté


- ¿acaso quieres que él te encuentre aquí?


- Claro que no - respondí - pero...


No alcancé decir más: me sujetó en sus brazos y de un salto me dejó en el primer piso.


- Busca ropa - me ordenó - yo lo voy a distraer un rato


- Gracias - sonreí


- Date prisa.


Vegeta se marchó. Yo corrí hasta el laboratorio, donde me puse un pantalón que encontré, de los que uso para trabajar. Me coloqué la bata blanca y me amarré el cabello. Subí a mi cuarto, donde, en el pasillo, Vegeta discutía con Yamcha.


- Ahí está tu maldita novia - le gruñó el Saiyan al humano - ahora no me molestes más, estúpida sabandija.


El príncipe saiyajin cerró de un portazo. Yamcha me observó furioso.


- ¿Dónde estabas? - me interrogó, enojado


- En el laboratorio...


- Mentirosa


Una bofetada resonó en mi mejilla. No podía creerlo, Yamcha, mi novio de toda la vida, acababa de golpearme. Lagrimas comenzaron a salir de mis ojos.


La puerta, que acababa de cerrarse, se abrió, y apareció un Vegeta furioso. Su semblante daba miedo. Cogió a Yamcha del cuello y empezó a apretarlo con fuerza.


- Cómo te atreves a tocarla, insecto...


- Vegeta, déjalo - supliqué, tratando de calmarlo - no es para tanto...


- Eres una estúpida, cómo dices algo así - me regañó


- Tienes razón, pero suéltalo.


Vegeta lo arrojó al piso. Yamcha solamente tosía tratando de recuperar el aire.


- Ahora lárgate - le ordenó


- Esto no se va a quedar así, Bulma, te lo aseguro. - me habló Yamcha


Mi novio se fue. Miré a Vegeta, y sin poder evitarlo, rompí a llorar a mares, como una niña. Él me miró y me tendió su mano, la cual no dude en tomar. Me llevó a mi cuarto, donde se metió al baño y dio la llave del agua de la bañera. Con un gesto, me dijo que tomara una ducha, lo cual hice sin dejar de sollozar.


Cuando salí del baño, él estaba en el balcón, mirando el jardín. Claramente había salido para que yo me pudiera poner mi pijama. Momento después entró.


- Duérmete - me ordenó secamente


- Vegeta...


- ¿Qué quieres?


- Quédate conmigo - pedí - por favor


Apagó la luz y se acercó a la cama. Yo le hice un espacio, donde se recostó. Me acurruqué en su pecho, sintiendo como acariciaba mi espalda. Finalmente me dormí.


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Hola!!
Espero que les guste este capi, que tiene su buena dosis de acción! Qué creen que pase ahora?
Besos
Miki

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