Capítulo 28 "Todo irá bien"

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El perdedor

Capítulo XXVIII "Todo irá bien"

El embarazo me ha traído un montón de cambios. Uno de ellos es el tema hormonal, que me hace llorar, reír y ser violenta más o menos al mismo tiempo. Y otro de esos cambios, y uno del que no se suele hablar mucho, es la excitación. Sí, como lo oyen, a pesar de estar embarazada de cinco meses, tengo tanto deseo sexual como si tuviese quince años y un primer novio.

Mi problema, hasta ahora, es que estaba completamente sola y abandonada, así que tenía que arreglármelas por mí misma con ese asunto. Pero ahora que Vegeta regresó, y además dice que lo hizo porque me extrañaba y me quiere, pues... ya saben, el sólo mirarlo, tan guapo y varonil, me hace sentir un millón de sensaciones.

Llegamos a casa después de la cita con el médico. Comimos algo y me fui a mi cuarto, a dormir una siesta – otra de las consecuencias del embarazo es el sueño excesivo - .

Me di mil vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, entonces descubrí que era lo que me pasaba. Cogí el teléfono y marqué el número de la cámara de gravedad.

- ¿Qué quieres? – me gruñó

- Necesito que vengas a mi habitación urgente

- ¿pasa algo?

- Si... ven urgente

A los pocos minutos mi puerta se abrió y entró Vegeta en short. Me miró preocupado.

- ¿estás bien?

No contesté a su pregunta y me lancé a sus brazos. Le planté un beso apasionado en la boca, el cual él correspondió. Entonces mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo.

- ¿Qué haces? – me dijo nervioso, al sentir mi mano en el interior de sus bóxer

- Hazme tuya – susurré

- Pero... pero...

- Sin excusas

Me tomó con fuerza y me dejó sobre su cama. Me desprendí de mi blusa y él me arrancó los pantalones. Estaba solamente en ropa interior sobre la cama, mientras él me tocaba haciéndome gemir de placer. Pero en un segundo se detuvo.

- No puedo – dijo, acostándose a mi lado

- ¿de qué hablas? – hablé, molesta

- Es que...

- ¿Qué? – exclamé, perdiendo la paciencia

- El bebé – contestó - no quiero... hacerle daño

Miré su rostro, sonrojado. Me pareció tremendamente tierna su preocupación por el bebé. Vegeta, el príncipe de los saiyajin, no quería hacerme el amor por miedo a dañar a su hijo.

- No tienes de qué preocuparte – dije, tomándolo de la mano – ya sabes, las parejas casadas igualmente tienen relaciones durante el embarazo, no es riesgoso para el bebé. Claro que deberemos dejar de hacerlo cuando ya esté muy gorda y sea incomodo, y a ti ya no te parezca sexy

- No seas tonta. siempre me parecerás sexy – respondió avergonzado

- Gracias. Espero ahora estés más tranquilo

- Eso creo. ¿aun quieres hacerlo?

- Claro... - dije, subiéndome sobre él – ni te imaginas la falta que me has hecho

- Me alegra saberlo

Hicimos el amor durante horas. Cuando nos dimos cuenta, ya estaba completamente oscuro. Me sentía agotada, pero feliz de estar en los brazos del hombre que amaba. En ese instante, mis dudas sobre ese saiyan habían desaparecido.

- Bien, creo que ya me voy – habló, sentándose en la cama

- ¿A dónde?

- A dormir

- ¿por qué no te quedas aquí, a mi lado?

Me observó, primero un poco confundido. Dio un suspiro.

- Bueno, me quedaré aquí.

Se recostó a mi lado. Me acerqué y lo abracé.

- ¿has visto a esas personas que tienen hoyuelos en la cara? – le pregunté

- Sí...

- Los padres de esas personas... tuvieron sexo durante el embarazo

Por primera vez desde que había regresado lo vi reír y relajarse un poco. También, por primera vez, me sentía tranquila y optimista; quizás, después de todo, si podríamos vivir felices los tres.

A la mañana siguiente desperté sola en mi cama. Asustada, me asomé al balcón, pero desde allí vi que la cámara de gravedad estaba encendida. A ratos se veían unos rayos asomar por sus ventanas. Me calmé, él estaba allí, entrenando.

Suspiré aliviada y bajé hasta la cocina, donde en un ataque de hambre, comí hasta quedar satisfecha.

Salí al jardín, y vi que Vegeta acababa de salir. Lo observé a la distancia, e inevitablemente me puse a reflexionar: por vez numero mil, tenía la esperanza de que nuestra relación comenzaba a ir mejor. Sé que dije lo mismo cuando aún era novia de Yamcha y comenzamos a conocernos, cuando me llevó a la conferencia en la capital del sur, cuando me dio un regalo en San Valentín y en muchas otras ocasiones, pero ahora sí siento que es diferente. Él decidió volver, por mí, y ahora está a mi lado, y asumió que será padre. Ya no nos puede pasar nada malo. De ahora en adelante, todo será pura alegría y felicidad, o sea ¿Cuál es la probabilidad que después de todo lo que hemos superado, salga algo mal?

************

¡Hola!

He aparecido, tal como predije hace un par de días.

La verdad es que estoy muerta de cansancio, ¡mi trabajo me mata! Pero al menos ya tengo listas mis vacaciones, aunque todavía falta bastante :/

Con respecto al fic, en un principio tenía pensado que tuviese unos treinta capítulos, pero la cosa se alargó, así que en realidad no sé cuándo terminará, pero me imagino que más o menos en enero de 2017, pero no tengo total claridad. Nunca se sabe.

Ojalá disfruten el cap

Besos

Miki


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