El Perdedor

Capítulo 19 "Otra vez"

El perdedor

Capítulo XIX "Otra vez"

Todo parecía que estaba normal, todo había recuperado su cauce natural: ella, la terrícola, nuevamente estaba junto a la sabandija, mientras yo me dedicaba a entrenar tan arduo como me fuese posible. La situación marchaba sin problemas.

Sin embargo, algo me seguía molestando. Siendo más concreto, verla a ella con ese idiota me molestaba. Me indignaba. Me dolía.

La verdad es que estaba realmente furioso, básicamente por dos razones: primero, Bulma era una estúpida de volver con esa sabandija que tanto daño le había hecho. Y segundo, porque casi le dije cosas que eran una total estupidez. Definitivamente estoy perdiendo la perspectiva, no es posible que yo esté pensando en esta clase de cosas.

Los días comenzaron a pasar y cada vez era más frecuente ver a ese inútil de Yamcha pasear por Capsule Corp. Me miraba, con una sonrisita fanfarrona, alardeando de su posición, burlándose al tener a la humana otra vez en sus brazos.

Yo pensaba en muchas cosas, una de ellas, en la apuesta que meses atrás habíamos hecho. Es cierto, me había acostado con Bulma, pero no hice uso de mi victoria, no le dije que había visto a su novio beisbolista con otra terrícola. Decidí que era completamente absurdo decirle, eso sólo le haría daño, lo cual era innecesario. No quería verla sufrir por tonterías.

Intenté hacerme a un lado de su relación, aunque la ira me carcomía por dentro.

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Habían pasado muchas cosas últimamente: primero creí que tenía "algo" con Vegeta, luego supe que también tenía "algo" con Yuki, quien, después de ser su pseudo novia algunas semanas, se largó de casa sin darme ninguna explicación contundente. De lo que me habló pude sacar una sola conclusión: Vegeta había terminado con ella, aunque no me dijo la razón exacta de su quiebre.

Yamcha había vuelto a mi vida, inicialmente como amigo, pero pocos días después ya estábamos saliendo otra vez. A Vegeta creo que no le gustó mucho la idea cuando lo supo, pero no sé por qué, ya que no es asunto suyo. Me niego a pensar que siente cosas por mí, y por eso le molesta, aunque debo admitir que desde que Yuki se fue se ha estado comportando raro, tanto, que me pidió disculpas por haberme ocultado de su amorío con mi prima. Me desconcierta ese saiyan.

Opté por desentenderme de él, pasando días sin verlo o hablar con él, quien tampoco se me acerca, en parte supongo porque Yamcha pasa gran parte de la jornada cerca de mí. Si él fuera un hombre normal, podría creer que está celoso o incluso triste, pero no, estamos hablando del príncipe de los saiyajin, así que seguramente no le importa nada.

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Después de casi un mes de ese insecto metido en Capsule corp. Prácticamente todo el día, por fin se largó, según oí, debía viajar para sus estúpidos asuntos de béisbol. Se despidió de Bulma y se marchó. Ella entró en la cocina, donde yo me comía un sándwich a media mañana. Me puse inexplicablemente furioso al verla, así que no dudé en atacarla, aunque sólo verbalmente.

- Vaya, hasta que esa cucaracha de marcha de aquí, ya me tiene harto sentir su asqueroso ki - hablé, enojado

- ¿Disculpa? - dijo con ironía - tú no eres nadie para quejarte, eres solamente un huésped aquí, es mi casa, no tuya

- Es cierto, es tu casa, y por eso puedes recibir a ese imbécil, quizás tú y él tienen muchas cosas en común

- ¿sabes qué creo? - me preguntó burlesca - creo que estás celoso

- ¿Celoso yo? Estás loca ¡Loca! - exclamé

- Genial, si dices que estoy equivocada, entonces no te va a afectar en nada que te cuente una pequeña noticia...

- No me interesan tus asuntos terrícolas...

- Pero qué desagradable eres, yo sólo quería hacerte una invitación

- ¿Invitación? ¿de qué hablas? - inquirí, sin entender

- A mi matrimonio

- ¿Qué? - pregunté desconcertado

- Lo que oyes, Yamcha y yo retomamos los planes de la boda, y en un mes nos vamos a casar ¿Qué piensas?

- Que eres estúpida, eso pienso. Ese imbécil no ha hecho más que hacerte daño, engañarte y humillarte, pero sigues a su lado, creyendo que va a cambiar. No me convenzo de que seas tan tonta

- Ya deja de hablarme así - se quejó

- Tengo razón. Ese insecto no te merece - dije, seriamente

Me observó sin decir ni una palabra. Se veía muy afectada. Una lágrima cayó por su mejilla.

- No te pongas a llorar - gruñí

- Es que es cierto... - sollozó - él... no me hace feliz

Me acerqué y me abrazó. Sequé sus lágrimas con el torso de mi mano. Fue inevitable que mis labios se juntaran con los suyos y se fundieran en un beso.

- Déjalo - le pedí - déjalo y vente conmigo

No me di cuenta de lo que dije hasta que ya lo había dicho. Creo que me pasé de la raya.

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Hola!
Qué tal? Yo regular, por que he estado no muy bien de salud y eso no me ha permitido escribir mucho.
En fin, Ojalá les guste el cap, a ver qué responde Bulma a la preguntita...
Besos
Miki