El Perdedor

Capítulo 17 "Todo se derrumbó..."

El perdedor

Capítulo XVII "Todo se derrumbó..."

Nos quedamos un momento en silencio. Era hora de hablar seriamente.

- ¿Qué ocurre, Yuki? – le pregunté

- ¿A mí? Nada – contestó, con liviandad

- ¿Segura? Te he visto muy distraída de tus tareas en el laboratorio.

- Tal vez tengas razón, creo que he estado algo desconcentrada

- ¿Y puedo saber por qué?

- Pues... Bulma, sé que esto no te va a gustar, porque mi padre me envió aquí para realizar prácticas con ustedes, pero...

- Vamos, sabes que puedes confiar en mí – la animé, fraternalmente

- Okey. Lo que pasa es que... me gusta un chico... me gusta demasiado – sonrió – y creo que yo también le gusto, nos vemos a diario, nos besamos mucho, pero no ha pasado nada más, no creas que soy tan fácil

- ¿En serio? Es genial, pero no por eso debes dejar tus estudios a un lado – aconsejé, sin imaginarme lo que vendría después – puedes tener ambas cosas, sólo tienes que encontrar la forma en que sean compatibles

- Vaya, creí que me regañarías – suspiró

- ¿regañarte? No tengo por qué hacerlo, el amor es algo normal – suspiré

- Es que como tú me dijiste que Vegeta no era para mí, no creí que lo aceptarías así de simple...

Creo que mi rostro se desfiguró. Tenía ganas de matarla.

- Yuki ¿Qué estás diciendo? – pregunté, riendo nerviosa

- Lo que oyes ¿pasa algo? – me preguntó, desconcertada

- Yo... - balbuceé, tomándome la cabeza – yo...

No pude decir nada más.

Salí corriendo de la habitación de Yuki, y me dirigí al cuarto de aquel saiyan con el que había hecho el amor la noche anterior, sin saber lo que a mis espaldas hacía con mi prima.

Abrí la puerta violentamente, él estaba parado junto a la ventana. Sonrió al verme, casi con ternura. Rauda llegué a su lado y sin previo aviso, le planté una bofetada.

- ¡Pero Bulma! – exclamó

- ¡Eres un maldito, un desgraciado! – grité como loca

- ¿Qué es lo que sucede?

- Y te atreves a preguntar... - gruñí – ya lo supe, Yuki me acaba de decir que estás saliendo con ella... ¡y anoche te acostaste conmigo! – chillé a todo pulmón

- Eso no es cierto...

- ¿Qué? – habló Yuki, entrando al lugar - ¿Cómo te atreves a negarlo?

Yuki se acercó a mi huésped, y sin pararse a pensarlo, le dio una bofetada. Él nos observaba con un dejo de confusión. De pronto la ira de Yuki cambió de destinatario.

- Me dijiste que no te interesaba – me dijo enojada – dijiste que él único que te importaba era Yamcha

- Si no lo sabes, ya no estoy con Yamcha