Capítulo 7"Confundidos"

1.8K 179 21
                                    

El perdedor
Capítulo VII “Confundidos”
Casi no pude dormir esa noche, cada vez que cerraba mis ojos, la veía a ella. Y me odiaba por eso. Yo, el príncipe de la raza guerrera saiyajin, no podía sentirme así por nadie, menos por una vulgar terrícola. Los sentimientos causan que la gente se vuelva vulnerable, crean puntos débiles. Yo no podía permitirme eso. Realmente ella me confundía demasiado.
Me levanté a entrenar, y por el pasillo la vi. Decidí que lo mejor era ignorarla, pero al pasar por su lado, me habló.
- Hola Vegeta – saludó, con timidez
- ¿Qué quieres? – gruñí
- Nada – contestó
La miré: se veía tan hermosa. Sacudí mis ideas: no, eso no era posible. No debía verla de esa manera, ella era sólo un trozo de carne.
- Yo… - dijo, lentamente – he estado pensando en lo que pasó anoche
- Pues yo no – mentí
- ¿En serio? – preguntó, desconcertada
- Claro, eso no significó nada para mí. Así que no estés imaginándote cosas, humana: para mi ese beso no fue nada – dije, duramente
Me volteé y continué mi camino rumbo a la cámara de gravedad. No tenía tiempo para estarlo perdiendo con ridículas historias de amor.
****************
Vegeta era un hombre muy raro: una noche nos besábamos, y al día siguiente decía que no le interesaba. La verdad es que desde hace algunos días estábamos hablando bastante, y todo aquello desencadenó en ese beso. Me tenía confundida, demasiado confundida; tal vez se debía a la nueva infidelidad de Yamcha, quizás lo que quería era vengarme de mi mujeriego novio. Pero Vegeta ¿por qué él?  El mundo estaba lleno de hombres interesados en mí, y sin embargo ¿yo me fijaba en un insensible asesino pirata espacial? Debo estar loca. Es cierto, Vegeta es muy guapo, y últimamente me he dado cuenta de que no es tan malo con dice ser, pero no deja de ser el villano que con un saibaman mató a mi novio en el pasado. ¿Sería capaz de matarme a mí también? Me ha amenazado pero aún no lo concreta. A veces pienso que lo único que necesita para convertirse en una buena persona es alguien que le demuestre un poco de cariño. Según lo que sé, su vida ha estado completamente carente de afecto. Pobrecito, debe sentirse tan solo.
Pensaba en Vegeta, sentada en mi escritorio del laboratorio, revolviendo mi cappuccino de vainilla, cuando un ramo de rosas rojas apareció frente a mis ojos. Por supuesto estaban en las manos de Yamcha. Inevitablemente pensé que Vegeta jamás tendría un gesto así conmigo.
- Hola Cariño – me saludó, con un beso en los labios.
- Hola – respondí, desganada
- ¿Ocurre algo?
- No, sólo estoy un poco ocupada – mentí
- ¿Sí? Pues justamente yo venía a invitarte a almorzar ¿Qué te parece? – preguntó entusiasta
- No creo que pueda
- Vamos, Bulma. Será solamente un rato, dime que sí – insistió
- Está bien – acepté, resignada.
Yamcha y yo fuimos a un lindo restaurant del centro de la ciudad. Estaba muy distraída, no dejaba de pensar en mi alojado extraterrestre.
Volví a casa y continué trabajando toda la tarde, tratando de pensar en algo que no fuese ese odioso hombre.
Al anochecer, fui a la cocina por un café y un sándwich. Él estaba allí, comiendo sin parar. Abrí el refrigerador en silencio, después de lo que me había dicho en la mañana, no quise dirigirle la palabra. Pero él sí lo hizo.
- Oye terrícola, pásame la salsa de tomate – me ordenó
- No – contesté, enojada
- ¿Te atreves a desobedecerme? – preguntó, molesto
- Claro, esta es mi casa, es mi salsa de tomate y además ni siquiera me lo pides por favor – alegué
- Hazlo, o te vas a arrepentir – me amenazó, poniéndose de pie
- ¿Es una amenaza? – me reí
- Sí, lo es
- Pues no me interesa, nada de lo que digas o hagas me interesa – hablé, orgullosa
- ¿Segura? Anoche estabas muy interesada en lo que podía hacerte – sonrió, burlesco
- Cállate, idiota – le dije – no tienes de qué jactarte: ese beso no fue ninguna maravilla
- ¿Qué dijiste?
Me miró furioso. Como cualquier hombre, no estaba dispuesto a que yo me riera de su virilidad.
- Lo que escuchas – continué – Yamcha da besos mucho mejores que los tuyos
- Cómo te atreves a decir semejante estupidez
- Tú eres el estúpido
- Y tú eres una terrícola tonta e insignificante
Nos miramos con odio, con odio puro. Entonces ocurrió: un impulso, una atracción fatal. Acercamos nuestros cuerpos y nos besamos, enloquecidos. De un manotazo él aparto las cosas  que estaban sobre la mesa y con su brazo libre me colocó allí. Eran besos apasionados, con sus manos y las mías recorriendo el cuerpo del otro.
La temperatura definitivamente era demasiado alta cuando sonó el timbre.  Pensé en no ir a abrir la puerta y esperar a que pasara lo que tuviera que pasar, pero una voz me hizo entrar en razón.
- Bulma, soy yo.
Claramente se trataba de Yamcha.
- ¿Qué piensas hacer? – me preguntó Vegeta - ¿Te quedas conmigo o te vas con él?
Definitivamente, era una decisión difícil.

*************
Hola!
Qué tal? Sepan ustedes que he tenido una semana horrible en mi trabajo:(  y además un resfrío del cual todavía no me puedo mejorar... pero bueh, qué más da, sigo trabajando propio proyectos propios.
Cuídense mucho, los quiero
Saludos!

El PerdedorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora