Capítulo 2 "Rizos"

2K 210 10
                                    

El perdedor

Capítulo II "Rizos"

Llevaba tres meses en casa de la terrícola. Nada, aparte de entrenar, tenía importancia para mí. Pero por alguna misteriosa razón, esa insoportable mujer siempre encontraba la forma de hacerme enfurecer: ya fuera con charlas estúpidas o comentarios sin ningún sentido. Lo peor es que al parecer lo disfrutaba, era como un deporte para ella hacerme enojar.

Yo sólo quería ignorarla, esa humana demente me sacaba de quicios. Hasta que una noche, mientras me preparaba para dormir, sin pedir permiso, entró en mi cuarto.

- Oye, Vegeta, ¿has visto mi rizador de cabello? – preguntó

Me volteé furioso ¿Qué demonios tenía que ver yo con su maldito rizador?

Entonces la vi, en pijama, conformado por un diminuto short y una camiseta escotada de tirantes. Por un instante perdí la compostura, pero inmediatamente la recuperé.

- Pero que pregunta más idiota ¿acaso crees que me interesan tus objetos terrícolas? – le grité

- Es sólo una duda, tal vez puedes haberlo usado...

- ¡por supuesto que no!

- No te enojes. Ah, ya sé, creo que usaré el de mi madre.

La vi marcharse y suspiré. Me acosté. Estaba a punto de dormirme cuando la luz se encendió.

- ¿Qué tal? – preguntó, moviendo su cabello, ahora ondulado

- Déjame en paz – gruñí

- Oye, sólo te estoy pidiendo una opinión...

- No me interesa como luzcas, lárgate de mi cuarto

- Pues no: esta es mi casa y no me echas de ella ¿escuchaste? – dijo, a la vez que me daba una mirada fulminante.

- ¿acaso no entiendes que debo dormir para mañana seguir entrenando? ¿Eres tonta o qué?

- Sólo para que lo sepas, soy toda una genio – rio arrogante

- ¿En serio? Pues no se te nota – me burlé

- Eres un mal agradecido – dijo sentándose en la cama – y para que lo sepas, no me iré hasta que me digas qué te parece mi cabello.

Intenté ignorarla y dormir, pero me fue imposible, ya que comenzó a saltar sobre la cama y cantar horribles canciones pop.

- Ya basta – bufé – te ves terrible, te queda mejor el cabello liso – dije, de sopetón

- ¿Tú crees eso? – consultó impactada

- Sí

- Bueno, pues... buenas noches. – contestó, ensimismada.

Salió tímidamente de mi habitación. Al fin la pesadilla había terminado.

No, era cierto, no había terminado; al día siguiente, apenas me dirigía a la cámara de gravedad, apareció ella envuelta en su bata blanca de laboratorio. Pero esta vez llevaba el pelo liso.

- Hola vegeta – saludó, pero yo no contesté- te acabo de saludar, qué malos modales tienes...

- ¿Qué quieres? – pregunté, tratando de no perder mi paciencia

- Ahora traigo el cabello liso ¿te gusta?

La observé. Le quedaba bien, y si le quedaba mal daba igual. Pero si le decía lo que quería escuchar, iba a dejarme tranquilo.

- Sí, está bien – contesté indiferente

- ¿En serio? ¿Qué tan bien?

- ¿Qué nunca dejas de hacer preguntas? – le grité. Había perdido la paciencia.

- Por Dios, Vegeta, es importante, dime si me veo linda...

La ira me estaba cegando, y la posibilidad de matarla en ese mismo instante me carcomía por dentro. Pero eso sería muy problemático, perdería mi cámara para entrenar y la comodidad de un techo donde vivir.

- ¿Por qué me preguntas esto a mí? – inquirí

- Eres el único hombre en toda la casa que no va a decirme cumplidos por obligación, si le pregunto a los empleados siempre me dirán que me veo fantástica, porque trabajan para mí, pero tú no tienes ningún sentido moral ni un poco de amabilidad, así que no me vas a mentir.

- ¿Si lo digo puedo ir a entrenar?

- Claro – sonrió – siempre y cuando seas honesto.

Tomé aire y mentalmente conté hasta mil.

- Te ves... bien

- ¿Bien? ¿o linda?

- ¡Es lo mismo! ¿No estás contenta?

- Sí, lo estoy. Gracias Vegeta, has sido de mucha ayuda: ahora ya sé cómo peinarme para mi cita de hoy con Yamcha

Demonios, tanto alboroto ¿Por ese insecto?

- Eres una mujer muy estúpida – le dije.

Ella se quedó anonadada. Yo me marché indignado.

A pesar de lo estúpido que todo aquello me resultaba, me quedé pensando en cómo una mujer puede llegar a tal punto de preocuparse por idioteces como su cabello. ¿Acaso no le importaban temas relevantes como la amenaza de esos androides que llegarían dentro de tres años a destruirnos y matarnos? Eso sí que merecía preocuparse. Definitivamente la mujer era una loca.

En fin, continué con mi arduo entrenamiento. No tenía tiempo para perderlo en tonterías, menos con ella, una humana insignificante.

*******************

Hola!!

Cómo están? Yo estoy regular: comí completos - o hot dogs, como le digan – con mayonesa casera y me hizo un poco mal xD

Les traigo el cap 2; ojalá que lo disfruten igual que yo, que reí mucho escribiéndolo. Es una capi corto, pero le tengo fe.

También les cuento que he estado escribiendo bastante, y gracias a eso ya voy en el cap 9 de esta historia, y también voy avanzando con el otro fic que estoy escribiendo.

Besos!!

Miki


El PerdedorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora