Capítulo 36 "Padre"

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El perdedor
Capítulo XXXVI “Padre”
Estaba exhausto. Morir y revivir en el mismo día no es cosa poca, fue demasiada adrenalina en poco tiempo.
Después de cenar con mi madre y mis abuelos, me fui al cuarto que ocupaba. Me acosté en esa plácida cama, en total paz, algo que desconozco en mi época.
Desperté en medio de la noche, al sentir que alguien me sacudía violentamente. Era mi padre.
- ¿Cuándo te marchas? – me preguntó, sin siquiera saludar
- ¿por qué lo preguntas?
- Responde de una vez – gruñó
- En un par de días – contesté – pronto, debo volver para acabar con los androides
Mi padre caminó hasta la puerta.
- ¿por qué lo preguntas? – lo increpé
- Nada, vuelve a dormir.
El príncipe de los saiyajin se marchó dando un portazo.

*************** 
Amaneció. Como cada mañana, miré a mi bebé dormir y me metí a la ducha. Para mi enorme sorpresa, al salir del baño envuelta en mi toalla, encontré a Vegeta en el cuarto, junto a la cuna, mirándose fijamente con el pequeño.
- ¿Qué haces aquí? – le pregunté
- ¡Papá! – exclamó el bebé
- Sólo pasaba por aquí – habló
- ¿por mi habitación? – consulté, desconcertada
- Bah, no es para tanto. Ya me voy.
- ¿te vas?
- A desayunar – explicó
Creo que jamás habíamos tenido una charla tan rara.

***************
Desayuné solo. Sí, técnicamente estaba solo, y eso no debía importarme o molestarme, porque estaba acostumbrado a estar solo, o eso se suponía. Desde niño estuve solo, desde que mi padre murió y pasé a estar al mando de Freezer. Fui un asesino, un desalmado, envuelto por un manto de odio y rabia, y en especial de orgullo y sentido de superioridad.
Y ahora de pronto ya no tenía nada. Esperaba derrotar al monstruo Cell o los androides, y no lo logré, también esperaba aniquilar a Kakarotto y murió estúpidamente. Ya no tenía metas.
Creo que ese día fue la primera vez que me molestó un poco la soledad.
Mientras revolvía mi café, esperé que Bulma llegase a acompañarme, pero no lo hizo, y extrañé verla haciendo sus tostadas y preparando el biberón del mocoso.
Salí al jardín, donde la terrícola y Trunks del futuro contemplaban al Trunks del presente caminar tambaleándose por el césped. Sentí ganas de acompañarlos, pero no fui capaz.
Me fui a mi cuarto, y me senté en el balcón.
Estuve todo el día barajando mis opciones.

************** 
Pasé dos días más en Capsule Corp, esperando que mi madre preparara la máquina del tiempo para volver a mi época sin problemas.
Por fin estuvo todo listo, así que al día siguiente me marcharía. Esa noche mi madre, mis abuelos y yo cenamos juntos, aunque claro, sin mi padre. Mi mamá, fingiendo absoluto desinterés, me había contado que mi papá se iría del planeta para no volver. Por supuesto, no le creí su fachada “Vegeta no me interesa”, porque vi la tristeza en sus ojos y también la vi llorar en algunos rincones de la casa.
Después de la cena me fui a dormir, porque al día siguiente debía levantarme temprano. Entré a mi cuarto y para mi sorpresa, sentado en la cama estaba mi padre.
- Papá ¿Qué haces aquí? – pregunté desconcertado
- Hace días me hiciste una pregunta – habló – supongo que aun quieres saber
- Claro – dije, sin recordar qué le había preguntado
- No sé exactamente cuándo me enamoré de tu madre – dijo
- ¿de verdad vas a contarme de tu relación con mamá? – interrogué, impactado
- Si no quieres…
- Si, si quiero – dije, curioso
- Entonces cállate y déjame continuar – gruñó – odiaba este planeta, es más, creo que aún lo hago. Pero sobre todo odiaba a ese insecto que era el novio de Bulma. Al principio no supe porque lo detestaba de esa manera, pero después de tanto tiempo creo que siempre fueron celos. Apenas me empecé a dar cuenta del daño que él le hacía, de cómo le mentía… ya sabes, ella no lo merecía. Ella merecía un hombre mejor.
- Como tú
- Claro. Pero yo también le he hecho bastante daño
- Pero la amas, y eso es lo importante
Mi padre me miró y se quedó callado.
- ¿la amas de verdad? – pregunté
Hubo más silencio. A pesar de la oscuridad, podía sentir que mi padre estaba terriblemente avergonzado.
- Sí – contestó – siempre lo haré
- Y vas a marcharte
- Es lo que debo hacer. El amor está bien para los terrícolas, pero no para el príncipe de los saiyajin. Debo volverme fuerte y entrenar. Los sentimientos te vuelven débil, hijo.
- Lo siento mucho, papá. Yo quería que fueran felices.
- Los finales felices no existen, Trunks. Ahora te contaré todo desde el principio.
Mi padre me relató muchas cosas: desde que mi madre aun amaba incondicionalmente a Yamcha, aquella primera vez que cenaron juntos, la apuesta que hizo con Yamcha, su primer beso, la primera vez que hicieron el amor – sí, me contó cosas que yo no quería saber -, su relación con Yuki, la prima de mamá, y  de su furia al enterarse del embarazo.
Se quedó un par de horas charlando conmigo, hasta que ya fue muy tarde. Entonces, como dos caballeros, nos dimos la mano, a modo de despedida.
Cuando papá estaba a punto de salir del cuarto, lo alcancé y lo abracé. Él no se volteó a corresponder mi abrazo, pero tampoco me corrió, y eso fue para mí más que suficiente. Podía irme en paz.

*********** 
A la mañana siguiente Trunks regresó a su época. Se veía contento, y eso me tranquilizó a mí también.
Sin embargo, por la tarde, vino lo peor. En el pasillo me encontré con Vegeta, quien llevaba un bolso en su hombro. Nuestras miradas se cruzaron.
- ¿te vas? – pregunté
- Sí. Adiós.
Vegeta se dio la vuelta y yo corrí a sus brazos. Nos dimos un último beso.
- No tienes que irte – le dije
- Sabes que sí. Lo siento.
Me dio un beso en la frente y se marchó. Yo me quedé allí, con lágrimas cayendo por mis mejillas. Mi bebé y yo estábamos solos otra vez.

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Hola!
Acá están los 36 capítulos que les prometí <3 mi fic más largo hasta ahora.
Más de cien mentiras no lo actualizaré hoy porque esta semana no he podido escribir, como les conté el viernes pasado, estoy de vacaciones, de hecho, estoy actualizando desde la hermosa ciudad de Pucón, en el sur de Chile. Pueden googlearla y verán lo bello que es, aunque ahora debo arreglar mi equipaje ya que mañana viajo de regreso a mi cuidad.
Besos!!
Miki

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