Capítulo 21 "Lo que siento por tí"

1.7K 147 23
                                    

El perdedor

Capítulo XXI "Lo que siento por ti"

Esa noche, por segunda vez, Vegeta y yo tuvimos sexo. No fue una cosa bestial, no hubo elaboradas maniobras ni arriesgadas posiciones, sólo él y yo, besándonos y tocándonos toda la noche.

Y también, por segunda vez, desperté a su lado. Aún era temprano, cerca de las nueve de la mañana, y él continuaba dormido. Lo observé: se veía tan guapo, tan tranquilo, tan incapaz de ser un asesino despiadado sin sentimientos. Abrió sus ojos.

- Buenos días – saludé

- Hola... - contestó

Nos quedamos un momento en silencio. Sentí la necesidad de preguntar lo que tanto quería saber.

- Oye... ¿Por qué no me dijiste que habías visto a Yamcha con otra mujer?

Miró a otro lado y se quedó callado, creo que pensando en qué decirme.

- No me pareció relevante – habló seriamente

- ¿Qué? ¿Cómo puedes decirme eso? – reclamé

- Es cierto, no tenías necesidad de saber eso.

- Claro que sí... debiste decírmelo de inmediato

- Hmp, tonterías, eso solamente te habría hecho llorar.

Sus palabras me dejaron helada. ¿No me dijo nada para no hacerme daño?

- Entonces ¿no me dijiste para que no sufriera? – interrogué, incrédula

- Pues claro, terrícola tonta – contestó sonrojado

No lo pude evitar y lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos. Primero sutilmente y luego se convirtió en un llanto a todo pulmón.

- ¿ves? Es por esto que no te dije nada... - gruñó

- Lo siento, es que... es raro que te preocupes por mí, y que seas tan tierno

- ¿Tierno yo? No digas tonterías - habló, avergonzado

- Sí lo eres

Me lancé sobre él, abrazándolo. Y contrario a todo pronóstico, no me apartó y me abrazó con fuerza. Nos miramos fijamente a los ojos y nos volvimos a besar.

- Ya me voy, tengo que entrenar – me dijo

- ¿seguro no te quedas aquí conmigo? – ofrecí, coqueta

- No puedo, por los malditos androides, ya sabes.

Recogió su ropa, se vistió y se fue. Me quedé un poco paralizada ¿Qué había sido ese momento? ¿Es que acaso Vegeta tenía sentimientos por mí?

Me quedé tumbada en la cama, pensando en él. Definitivamente ahora no lo podía sacar de mi cabeza.

**************

Me entretuve entrenando todo el día. Estaba extrañamente concentrado, pensaba en que ya habían pasado cerca de ocho meses, lo que significaba que quedaba poco más de dos años para que esos malditos androides llegaran a nuestra época. Sin embargo, me sentía tranquilo y, en cierta manera, feliz. Ya no tenía que preocuparme de la terrícola, porque, al parecer, había terminado definitivamente con esa sabandija. Pero ¿Por qué esa noticia me ponía tan contento? Se supone que nada, además de la batalla con las chatarras y acabar con Kakarotto debía importarme, pero no, de pronto esa mujer constituía gran parte de mi vida.

Casi al anochecer terminé de entrenar, fui a mi cuarto a ducharme y luego fui a la cocina a cenar. Para mi sorpresa, ahí estaba la humana, con un sweater que le quedaba ancho, sin maquillaje, con el cabello sujetado por un lápiz. Leía un libro y bebía café. Fue increíble, en ese instante que lucía más desarreglada era cuando me parecía más hermosa.

- Hola – me saludó sonriendo

- Dame de cenar – respondí

- Ok... - contestó de buen humor

Dejó su libro e hizo funcionar el horno microondas. Noté que desde que antes que yo llegara ya tenía un plato preparado, listo para calentar.

Me sirvió y comencé a comer, mientras ella me acompañaba bebiendo su café. Se veía radiante para ser una mujer que había roto su compromiso de años la noche anterior.

- ¿te gustó tu cena? La preparé yo misma... - comentó orgullosa

- No está tan mal....

- Vaya, que amable – ironizó

- Claro que lo soy

Hubo un breve silencio. Nos miramos y ella comenzó a reír.

- Ya me voy a dormir, buenas noches – dijo poniéndose de pie y dando un par de pasos

- Espera – la detuve - ¿por qué no te quedas a acompañarme? – pedí tímidamente

- Está bien – me sonrió

No sabía precisamente porqué, pero me gustaba tenerla cerca de mí, aunque tuviese que escuchar sus estupideces terrícolas.

Terminé de cenar. Caminamos hasta nuestras habitaciones, que quedaban muy cerca. Cuando llegamos a mi puerta, tomó mi mano.

- Oye... - susurró despacio - ¿puedo pasar un momento?

Miré sus ojos, tan azules. No podía negarme ante tal petición.

- Entra – contesté

Una vez adentro, fui al baño. Al salir, vi que estaba en el balcón, y por su rostro rodaban un par de lágrimas.

- ¿Qué ocurre? – pregunté

- Es que... a esta hora podría haber sido la esposa de Yamcha. Y haber sido una mujer engañada e infeliz toda mi vida.

- Pero no lo eres – hablé

- No... y te lo debo a ti. Sin ti jamás habría dejado a Yamcha.

- No digas estupideces

- Es la verdad. Siento que ahora tengo otra oportunidad, contigo. Pero... - titubeó

- ¿pero qué?

- Necesito saber que esta vez no hay ninguna Yuki de por medio – habló decidida

Volví a mirarla, fijamente. No sabía que estaba diciendo, pero no podía quedarme callado.

- Claro que no hay ninguna otra mujer. Yo no soy como ese insecto – contesté

- Lo sé – me sonrió – y es por eso que me gustas tanto

Nos besamos, dulcemente. Aparentemente esta noche también dormiríamos juntos.

**************

Hola!!

Primero que todo, quiero agradecer de todo corazón los comentarios y mensajes de apoyo que me han dejado durante la semana, muchas gracias por haberme esperado este tiempo de ausencia <3

Y bueno, también le dejo un enorme saludo a mis amigos y seguidores mexicanos, que hoy están de fiesta! Nosotros acá en Chile también estamos festejando nuestras fiestas patrias

Besos

Miki

El PerdedorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora