El Perdedor

Capítulo 23 "Febrero 14"

El perdedor

Capítulo XXIII "Febrero 14"

Desperté solo en la cama. Miré hacia todos lados pero ella no estaba. Me levanté y bajé las escaleras, sin ver a nadie. Hasta que llegué a la cocina, donde la humana preparaba desayuno. Me senté a la mesa en silencio.

- ¿Cómo dormiste? – me preguntó amablemente

- Como siempre – respondí huraño - ¿Por qué te levantaste tan temprano? – pregunté

- Nada en especial

Decidí ignorarla. Entonces lo vi, sobre la mesa, al lado de las tazas, un montón de revistas terrícolas. Cogí una para ver de qué tontería podía burlarme, pero en cambio lo único que aparecía en las portadas eran corazones y algo llamado "Día de san Valentín". Recordé que la mujer de Kakarotto le había hablado sobre eso a Bulma hace un par de semanas, cuando tuve que cenar con ese idiota.

- ¿Qué es esta estupidez del día de san Valentín? – interrogué con un poco de curiosidad

- Pues... es un día especial, donde las parejas que se quieren celebran su amor – contestó sonrojada

- ¡Pues vaya tontería! – me reí – que idiotas que son los humanos... - seguí riendo. Pero dejé de hacerlo al ver su expresión de ira.

- Entonces si somos tan estúpidos ¡prepárate tú mismo el desayuno! – me gritó

Me lanzó las rebanadas de pan tostado por la cabeza y se retiró de la cocina, indignada. Yo me quedé pasmado, sin entender la gravedad del asunto.

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Pero qué se había imaginado ese mono bruto, al decir que los humanos éramos unos idiotas. No lo somos, lo que somos es gente civilizada y sentimental.

Me fui a mi habitación y abrí mi closet. Saqué un par de bolsas del centro comercial y suspiré: me había comprado un hermoso vestido para lucir en la noche, cuando pretendía salir con Vegeta. También tenía un conjunto de lencería nuevo, que pretendía estrenar después de la comida, pero ese saiyan es demasiado insensible. Ni siquiera sé cómo se me ocurrió que él y yo podíamos celebrar juntos el día de los enamorados. Ni siquiera estaba segura de que él estuviera enamorado de mí.

Me lancé a la cama, abrazada a mi cojín. De un momento a otro me había deprimido. Tal vez necesitaría un poco de ayuda.

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Entrenaba en la cámara de gravedad, como cualquier día. Hasta que sonó el teléfono, lo cual desactivó la gravedad aumentada. Bulma tiene un sistema de respuesta automática, para obligarme a tomar la llamada. Para mi desgracia, se trataba de Kakarotto.

- Hola Vegeta ¿Cómo estás?

- Estaba perfectamente - contesté – pero ya no

- ¿en serio? ¿Qué te sucedió? – preguntó ingenuamente

Comencé a sentir ira.

- ¿Qué demonios quieres? – gruñí

- Bueno, es que hoy es el día de san Valentín, yo no entiendo mucho de eso, pero Gohan me ha dicho que debería comprarle algo a Milk, y pensé que podías acompañarme a alguna tienda...

- ¿Acaso somos amigas, insecto? Haz lo que quieras, no me interesa

Me acerqué al tablero de control y corté la llamada. Acto seguido apareció Kakarotto, tele transportado.