UN EXTRAÑO AMOR

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Hinata mordía su labio inferior sumamente nerviosa, sus ojos lunas vagaban por aquel cuarto sin ser consciente activó su byakugan queriendo encontrar al Uchiha ¿la había dejado? Suspiró resignada al no verlo tras las grandes cortinas rojas, o sobre aquella mullida cama que veces anteriores compartieron, sus lágrimas amenazaron con salir nunca en su vida había odiado a nadie pero justo en este momento sentía que así lo hacía, odiaba a Sakura había aceptado que fuese ella quién Naruto amara porque eso no era culpa, no podía serlo ella era demasiado guapa, fuerte y sorprendente era una mujer asombrosa y claro el rubio lo notó desde pequeños... pero ahora era distinto a ella le debía justo lo que estaba pasando en estos momentos.

Recordaba como si hubiera sido ayer cuando ocurrió, había sido unos cuántos días para ser ciertos a Naruto, Sakura y a ella la habían enviado para servir de apoyo al Uchiha, ese moreno que la hacía sonreír desde hace poco más que un año, con el cual tuvo encuentros furtivos en esa mansión Uchiha, donde en misiones a donde ella fue enviada él se las ingeniaba para verla, ahora después de un mes podría verlo nuevamente y lo mejor del caso iría en su búsqueda... pero las cosas no salieron como ella planeó, si Sakura lo hubiera sabido seguramente no le hubiera salido mejor, en cuanto se reunieron y dejaron por pormenores de la misión, Sakura se encargó de hablar de Naruto y ella como si ellos tuvieran una clase de relación, ella intentaba objetar, pero el rubio sonreía jocosamente y finalmente se dio cuenta que Sasuke desconfiaba de ella y al no tener tiempo para hablarlo se vió envuelta en eso... sin querer alejándose de él o quizás él la quería lejos.

-Tonta- La voz la hizo sobresaltarse, sus ojos enfocaron al moreno recargado en el marco de la puerta, serio.- Deja de llorar, ¿realmente crees que no estaría aquí?- Preguntó molesto.

Hinata de inmediato intentó secarse las lágrimas nerviosa, dándose cuenta que era cierto no debió desconfiar del Uchiha y entendía el motivo de su enfado hacia ella, una mano masculina se cerró en tornó a su esbelta cintura acercándola más al alto y atlético cuerpo ahora frente y muy cerca a ella, pasó uno de sus largos dedos entre el cabello azulino de la menuda y curvilínea chica sintiendo como su miembro estaba demasiado duro, como siempre lo único que anhelaba era a esa sensible chica.

-Pensé que no vendrías, pensé que te habías marchado- Dejó salir entre lloriqueos mientras se abrazaba a la amplia espalda del moreno, éste sonrío ladinamente al verla en ese estado, asustada por perderlo.

-Ya te lo he dicho, te amo- Dijo seco pero apretándola más contra su cuerpo, ella afirmó con su cabeza mientras intentaba tranquilizarse.

-Estuviste muy distante...- Trató de explicarse.

-Me jode escuchar que estuviste muy cerca de Naruto sobre todo cuando te conocí lo único que hacías era babear por él- Dijo tras romper el abrazo y caminar frustrado hacia esa ventana cubierta de las cortinas rojas, la luz de la tarde apenas se filtraba en esa lúgubre habitación pero dejaba ver que afuera el sol las golpeaba.

Hinata se llevó sus manos de nueva cuenta a la altura de sus pechos al sentir la lejanía de éste y como la molestia se apoderaba de él, caminó silenciosa hacia él y con precaución pasó sus delgados y blanquecinos brazos por las caderas masculinas, recargando su cabeza en la espalda de su amado.

-Te amo- Susurró la peliazul insegura no por lo cierto de sus palabras, si no porque no sabía de qué humor estaba el Uchiha a pesar del tiempo juntos aún le costaba lidiar con algunas de las reacciones de éste.

Sasuke sonrío ladinamente, él lo sabía... si bien al inicio la forzó y obtuvo su virginidad de una manera un tanto cobarde y poco consentida por ella... él sabía que eso tan puro le pertenecía por eso se atrevió a meterse entre sus piernas y aunque al final ella se hubiera arrepentido él no podía retroceder no a esas alturas donde la tenía desnuda, agitada y necesitada de él... así que tras darle una profunda y dolorosa estocada para ella la desvirgó jadeó un lo siento, y se mantuvo unos minutos quieto llenándola de besos, diciéndole que era de él y solo tomaba lo que le pertenecía, maldita posesividad incluso con ella la usaba... incluso esa vez, tan única para ella.

ONESHOTS (SASUHINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora