ONESHOTS (SASUHINA)

Un juego de venganza

Uchiha Sasuke aspira, desvía la mirada un tanto avergonzado ¿culpable?... Mira la calle casi solitaria frente a esa cafetería de clase media, luego regresa sus orbes negras para enfocarla buscando las palabras correctas para entregarle, sin embargo aquellos ojos lunas empapados en lágrimas rompen el contacto y sin decir más ella se da la vuelta, no es necesario que diga algo él sabe que si no la detiene, si deja que se cree historias en la cabeza ya no podrá detenerla cierra sus orbes oscuras con desesperación tratando de encontrar la respuesta correcta, la acción que lo salve pero el orgulloso Uchiha no la puede detener.

-Hinata las cosas no son lo que parecen—Finalmente articula, por un momento se aplaude internamente luego se muerde la lengua ¿le está rogando a ella que apenas se ha detenido?

La chica peliazul se da la vuelta y da unos pasos caminando nuevamente hacia él, Sasuke agacha la mirada culpable por ser el responsable del rostro mojado y descompuesto que porta.

-¿Vas a decirme que todo lo que escuche es mentira?—Le pregunta incrédula, él entreabre los labios e Itachi aparece saliendo de la cafetería donde minutos antes explotó todo.

-¡Hinata!—Le grita el mayor de los Uchihas, Sasuke se encoleriza mientras la ve paralizarse y cerrar sus orbes lunas tratando de suprimir su llanto, levanta su oscura mirada para ver a su hermano y buscando una salida los recuerdos vienen a él...

FLASHBACK

-Ya no eres un niño Sasuke—Escucha la molesta voz de Itachi y sonríe mientras tambalea por los jalones que le propicia su hermano mayor intentando que entre en una cafetería, cuando era pequeño jamás pensó que vería a su hermano tan molesto e incluso regañándolo sin embargo en los últimos años no hace otra cosa.—Tienes 19 años, ya deberías estar pensando en otras cosas y no andar en fiestas emborrachándote o drogándote –Le expone antes de sentarlo en una mesa, el lugar es bastante simple y Sasuke sonríe burlón.

-¿Qué es esta pocilga? ¿Has perdido el estilo, no?—Itachi lo mira severamente.

-¿No pensarías que te llevaría a un lujoso restaurant para bajarte esa borrachera? ¿No piensas en el buen nombre de la familia? ¿Qué pasaría si alguien de la prensa te ve en ese estado?—Sasuke chasquea la lengua molesto, su maldita familia no hace otra cosa que cuidar las apariencias.

-¿Gustan ordenar?—Escucha la voz de una mujer es demasiado dulce y empalagosa para su gusto, así que prefiere ignorar a la mesera.

-Si, por favor— Itachi responde y Sasuke siente algo extraño en la conducta de su hermano—¿Podrías por favor traernos un café muy, pero muy cargado?—Sasuke levanta sus orbes y ve a su mayor con una flamante sonrisa y ya que lo conoce bastante bien sabe que se encuentra nervioso.

-Claro, ¿sólo uno?—Esta vez, Sasuke voltea a ver a la mesera intrigado, ella también tiene una sonrisa aunque no tan grande como la de su hermano y un rubor en sus mejillas, no es fea, arquea su ceja izquierda al percatarse que esos dos se gustan.

-Si, por favor –Itachi vuelve a hablar, la mesera asiente y se retira, Sasuke entrecierra sus ojos viendo la estúpida sonrisa que aún guarda el azabache mientras como bobo ve desaparecer a la chica en cuestión.

-¿Ahora ligas meseras? –Suelta irritado, Itachi borra su sonrisa y vuelve a ponerse serio.

-Sasuke ya no puedo seguir tapando tus errores, es la última vez... mírate andas todo borracho, mira tu aspecto ¿no te da vergüenza? –Sasuke entrecierra sus ojos ¿borracho? Quizás un poco pero lo que traba su lengua no es debido al alcohol que ingirió, sino a aquel polvo blanco que empieza a abandonarlo devolviéndolo a la realidad.