El sonido del ascensor abriéndose le provocó que las piernas le temblaran aún más, el prestigioso edificio de abogados guardaba una decoración casi fría, llena de formalismos y detalles que otras personas debían apreciar como formales y perfectos sin embargo ella no lograba hacerlo, apenas y podía respirar, a su lado su abogado caminó para salir de ascenso, en cambio ella se llevó una mano al pecho tratando de manejar su agitado respirar.
-Vamos señora, entre más pronto terminemos esto será mejor.
Ella se mordió el labio y cómo respuesta automática se llevó la mano a su abultado vientre de cinco meses de gestación, los ojos le picaron a causa de las lágrimas que querían brotar y armándose de valor dio el primer paso, para volver a enfrentarse a él, volver a verlo después de esos más de tres meses y medio, en los cuales, sus respectivos abogados se habían encargado del asunto, sin embargo el tiempo había llegado, finalmente firmarían el papel que separaría su camino, después de tres años de matrimonio.
No le sorprendía que su aún esposo, Uchiha Sasuke, hubiese preferido la practicidad y agilizar todo el proceso, pero a pesar de tener miles de influencias y montones de dinero el proceso no había sido tan sencillo como ella ahora prefería, de haber salido su divorcio en un solo mes ahora no tendría que verle la cara, quizás habría sido menos doloroso, o al menos no tendría que pasar por el dolor de verlo alejarse por segunda vez.
-¿Solo firmaré y estaremos divorciados?—Cuestionó al volver a detenerse, aunque esta vez fuera del elevador.
-Así es.
Los ojos claros, casi grises de la mujer joven se posaron en el suelo alfombrado. Luego negó despejando sus dudas. Y volvió a tomar su paso firme.
Sasuke, un hombre de casi treinta años apretó la mandíbula y miró con gesto irritativo a su abogado principal, miró su hora percatándose de a pesar de sentir que el tiempo corría, Hinata aún estaba a tiempo.
-¿Qué pendientes tenemos en cuánto termine esto?—Cuestionó mirando a Juugo un hombre fornido y pelinaranja que cumplía la misión de su asistente, hace más de seis años.
Por primera vez fue ajeno que su simple pregunta detuvo a la peliazul, sin embargo el representante legal de su esposa abrió la puerta robando la atención de todos.
Hinata siguió al hombre vestido de negro sin atreverse a levantar la mirada, no sabía cómo podía reaccionar cuando volviera a toparse con esos enormes ojos negros, llenos de pestañas espesas y perfectas, con esa nariz recta, firme, masculina, con los labios carnosos, perfectos; no podría mirar su cara sin romperse frente a él...
Los cuatro hombres dentro se congelaron, el ceño de Sasuke se frunció al tiempo que sus labios se abrieron.
-Pequeña zorra ¿estás embarazada?
Había sido una pregunta estúpida, el vestido lila sencillo que ella portaba no dejaba a dudas su estado.
Hinata se detuvo y a pesar de prometerse no verlo sus ojos se encontraron, Sasuke se había levantado y era evidente su furia, ella dio un par de pasos atrás azorada de la reacción del moreno.
-¿Cómo es esto posible?—Kakashi el líder de su equipo legal no pudo ocultar su consternación.
El hombre adulto que acompañaba a Hinata, Sarutobi, comprendió enseguida la situación, su cliente no había sido del todo sincera con él, pero cuando los abogados del señor Uchiha le dijeron que su cliente no tenía reparo alguno en darle lo que pidiese, creyó que eso incluía la custodia del pequeño que crecía en el vientre de la peliazul, después de todo nadie mencionó el tema abiertamente.
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ONESHOTS (SASUHINA)
FanfictionONESHOTS... ADVERTENCIA: Las siguientes historias tocan una temáticas fuertes (Violencia, violencia sexual, sumisión.... etc, etc), la mayoría de ellas incluyen Lemmon fuerte.... Si no te agradan esas temáticas será recomendable para ti que NO lo le...