I hate you... I love you

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Un poco de OOC de los personajes sorry!

Si la estupidez otorgara premios, créeme que yo me llevaría uno... ¿alguna vez te has sentido tan rota que te es imposible levantarte? ¿tus ojos han llorado demasiado que te arden y simplemente más lágrimas no brotan? Yo me siento como en uno de esos malos días... aunque siendo en mí son malas semanas, comenzare por el inicio, mi nombre es Hyuuga Hinata y tengo 22 años.

Mi niñez y adolescencia la viví enamorada de un chico, el mejor chico que pueda existir, físicamente es el estereotipo de hombre perfecto es rubio con unos hermosos ojos azules, es tan perseverante, tan fuerte a pesar de su triste pasado, él es huérfano sus padres murieron el mismo día en el cual nació en un sismo en la ciudad, lo protegieron con su cuerpo dejándolo vivo pero sólo, aun así, él siempre sonreía, esforzándose cada día por ser mejor sin embargo no fue más allá de mi adolescencia cuando me atreví a cruzar un par de palabras con él, demasiado tarde él se encontraba perdidamente enamorado de su mejor amiga, Sakura, ella es tan hermosa, decidida y fuerte; al instante supe que no podría luchar contra ella pero lo intenté dándome un gran impacto como si fuera concreto, él fue claro al decirme "Hinata, lo lamento no puedo corresponder tus sentimientos, sé que algún día Sakura me corresponderá y ese día debo estar disponible para ella".

Mentiría si no digo que interiormente estalle y la odié como a nadie, que también lo maldije a él pensando que era la idea más estúpida que podía cometer, sé que mis sentimientos eran incorrectos pero aún así mi cuerpo necesitaba canalizar todo ese dolor. Ahora entiendo lo qué quiso decirme, ahora puedo comprender el sentimiento que te lleva a esperar a esa persona sin ningún beneficio; sin embargo ese día luché contra mis lágrimas, no quería que él me viera llorar, asentí y estúpidamente le di las gracias.

No soy de malas palabras, no solía quejarme, incluso aun cuando fui rechazada por primera vez traté de pensar positivamente y ceder ante la felicidad del rubio, jamás creí que el amor era egoísta y posesivo... pero me he convertido en esto, la dulce Hinata se esfumó, me convertí en alguien que jamás podría reconocer si viajara desde el pasado, mi transición fue lenta en un inicio, después de ser rechazada por mi primer amor intenté salir adelante, enfocarme en mis estudios y cumplir con las expectativas de mi padre pero una noche todo cambió.

Llegó mi segundo amor, fue amor a primera vista es difícil de explicar porque no sabes nada de la persona, aun así quedas atrapada girando tu vida alrededor de él... lo conocí en una discoteca, salí con mi primo y su novia Ten-Ten, mientras ellos bailaban mi vista rodó por el lugar y él se cruzó, su cabello azabache y largo cayéndole en la cara su corte era al estilo emo, pero vestía un traje formal, una camisa blanca y una corbata negra; lucía tan hermoso, tan atractivo, sus ojos negros enormes, su piel tan blanca que podría parecer porcelana, sus rasgos tan finos, tan angelicales ¿cómo no iba a caer? Entonces me di cuenta que su mirada se encontraba fija en un punto, una hermosa mujer rubia de ojos azules en la barra, sonriendo al por mayor conforme servía tragos a clientes, mi corazón se oprimió conocía esa mirada, la misma con la cual Naruto veía a Sakura, había perdido sin poder luchar parecía la historia de mi vida.

Volví cada viernes a ese lugar durante tres meses y en cada uno de ellos logré encontrarlo, siempre vigilando a la rubia que para ese momento ya había investigado su nombre Yamanaka Ino, en algún par de ocasiones lo capté conversando con ella, las únicas donde lo vi sonreír e interactuar, aunque fuera guapísimo las mujeres que osaban acercarse a él eran rechazadas así fueran auténticas diosas.

Su suerte cayó en picada, una de esas noches la rubia descendiente de Afrodita coqueteó con un hombre pero ese galanteo era diferente fue tan obvio, el chico en cuestión era simple, se parecía tanto a mi amor con pelo azabache algo corto, grandes ojos oscuros, enigmático y con un problema que le impedía sentir empatía o reconocer los sentimientos de los demás, su nombre era Sai al parecer la pintura le ayudaba a lidiar con los problemas de interacción con los que vivía; eso atrajo a la rubia, o quizás para ella fue amor a primera vista, por ahí escuché que de buenas a primeras él le dijo que era bonita.

ONESHOTS (SASUHINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora