Juno

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Su nerviosismo era palpable, cerró sus orbes lunas queriendo evadir su realidad llevó sus manos entrelazadas a la altura de su pecho, podía sentir su corazón latir agitadamente, se mordió su labio inferior a punto de colapsar miró el vestuario donde se encontraba sentada casi vacío como siempre las chicas no le prestaban atención ¿por qué lo harían? Ella era casi invisible... aunque pronto dejaría de serlo sus ojos se llenaron de esas lágrimas que desde la tarde de ayer habían querido escapar, demostrando su miedo... finalmente bajó sus manos agarrando su plano vientre... en algunos meses dejaría de serlo para hacerse prominente llamando la atención de todos pensó atemorizada, ella tenía que encontrar la manera para decírselo a ese chico que había sembrado su semilla en ella aunque no había sido planeado, él era un chico muy popular, bastante inteligente y astuto, alto, atlético, guapo, el capitán del equipo de baloncesto... arrogante y soberbio; eran lo contrario, ella era simplemente Hyuuga Hinata, una estudiante de segundo año no de tercero como él de aquella prestigiosa preparatoria de Japón, no tenía nada especial a excepción de ese cuerpo que la avergonzaba de sobremanera por ser demasiado curvilíneo aunque para su suerte la mayoría de las veces lograba cubrirlo lo necesario aunque no de él, era demasiado tímida y aunque no era tonta tampoco era demasiado lista él era un genio, en fin en realidad nada la hacía especial ante sus peculiares ojos lunas y él era el chico más cotizado de aquella preparatoria, llevó su mejilla casi blanca al casillero que se encontraba hace un momento en su espalda esperando en la frialdad del mental ayudara a que su cabeza dejara de darle tantas vueltas.

Volvió a cerrar sus orbes esta vez una lágrima escapó, recordó como lo había conocido él se le había acercado en la biblioteca puesto que quería que le hiciera un importante ensayo de un libro que le había dejado la profesora en literatura, no quería sacrificar su tiempo leyendo aquel libro que se le hacía aburrido además quería dedicar su tiempo en los entrenamientos de basquetbol y salidas con su círculo de amigos o eso le dijo él, fue bastante hábil usó sus estrategias de seducción, unas cuantas sonrisitas, miradas y claro la ratita de biblioteca que el Uchiha había identificado días antes aceptó con un enorme rubor en sus mejillas, no esperaba demasiado no confiaba en nadie más que en su propio intelecto sin embargo decidió confiar en ella después de buscar las mejores calificaciones de literatura y observarla desde lejos, otra sorpresa más fue que no tuvo que presionarla la chica tuvo el ensayo mucho antes de la fecha que le dio no se molestó en leerlo tenía demasiadas cosas en mente en aquellos días, así que cuando recibió un excelente por parte de su profesora se quedó gratamente sorprendido, fue así como la empezó a buscar más secretamente, algunas veces la chica era sincera y le decía que no podía ayudarle y en ocasiones él decidía ayudarle o explicarle después de todo él lo veía como una pequeña inversión para sus trabajos extracurriculares, esa chica peliazul se llevaba horas realizándolos mientras él quedaba libre para lo que quisiese, bueno la mayoría de las ocasiones porque con el tiempo le pedía más, lo que implicaba que él le enseñase cómo, fue así como sus tardes empezaron a ser de cierta manera compartidas, la observó y se dio cuenta que era muy bella, además que tenía un cuerpo poco usual pero para bien, ella era tan perfecta tenía una estrecha cintura, unos pechos grandes, un trasero redondo, unas piernas torneadas, y era dulce; al inicio fue por simple deseo quería probarla aunque conseguirlo no fue fácil tuvo que quedarse varias ocasiones completamente duro y frustrado porque Hinata salía corriendo o se negaba a dejarlo llegar más allá, cuando logró hacerla suya se dio cuenta que no era suficiente quería más de ella... y con el tiempo quiso mucho más, entonces se dio cuenta el ratoncito que había utilizado por más de seis meses sólo para hacer sus tareas, otros dos para saciar sus necesidades de hombre: le atraía, bueno eso era obvio... le gustaba pero también la quería y no solamente para eso, él quería a esa dulce chica de verdad, la necesitaba para estar tranquilo, si no sabía de ella en un día él realmente se ponía ansioso, además no le agradaba verla con nadie más, ella era su chica solo de él; aún aunque después de tanto tiempo lo hubiera aceptado no quería decir que lo haría públicamente, no es que Hinata le avergonzara o la sintiera menos pero sabía bien que su propia personalidad le había buscado varios enemigos, y ella era tan dulce e ingenua... además seguro las otras chicas la tomarían de bajada y aunque poco lo demostrara no quería que la lastimasen.

ONESHOTS (SASUHINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora