Capítulo 5﹏Parte 1

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Paramos en el claro de un bosque un poco apartado de la ciudad y todos bajamos del coche

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Paramos en el claro de un bosque un poco apartado de la ciudad y todos bajamos del coche.

—¿Eres gilipollas o qué te pasa niña? —preguntó Zico elevando su voz y sacándome de la furgoneta a la vez que él bajaba.

—¡No fue mi culpa que me reconociera! ¡Fuiste tú el que me dijo que me escondiera!

—¡A mí no me grites! —gritó mientras se acercaba, me cogía del pelo y ponía su frente con la mía de forma amenazante.

Ji Ho me soltó sin decir una palabra. Insultándome de todas la maneras posibles, cosa que no tengo ni la menor idea de por qué me hizo daño.

—¡Deja de insultarme porque si no fuera por mí estarías en la cárcel que es donde deberías estar por lo hijo de puta que eres!

Sé que la he cagado mucho, no hace falta que me lo reproche nadie.

Pensé al ver a Zico asesinándome con la mirada. Seguramente estaría maquinando alguna forma de matarme de la manera más dolorosa posible.

Ji Ho se acercó a mí y me cogió del cuello estampándome contra un árbol.

—Repite lo que has dicho si te atreves —dijo de forma amenazante.

Una lagrima resbaló por mi mejilla

—Mátame... —dije en un susurro— ¿para que quiero seguir viviendo? Además, así ya no conseguirás tu preciado rescate —dije entrecortadamente ya que me estaba quedando sin aire.

Ji Ho me miró a los ojos y me soltó, yo caí al suelo.

—¿No me matas? ¿Necesitas que te ayude?

—¡Cállate zorra!

No dije nada, no quería volver a llorar como una desesperada, y menos frente a él.

—¿Qué vamos a hacer ahora jefe? —preguntó Taeyong que se había mantenido ajeno a la conversación hasta ahora.

—Continuaremos a pie, hay una cabaña abandonada por aquí cerca, tú irás a la ciudad a por un coche y vendrás a recogernos —dijo señalando a Taeyong—. Vamos —dijo esta vez mirándome.

Me levanté del suelo y empecé a caminar, dificultosamente porque de darle la patada al estante del súper mercado, y luego ponerme a correr como si mi vida dependiera de ello, que practicamente lo hacía, me hice daño en el tobillo. Como pude seguí el paso de Zico. Iba delante de él ya que no se fiaba de que me escapara, cosa que si no había hecho antes no entiendo como lo haría ahora, y más en un bosque, sería como una de esas películas en la que la chica intenta escapar pero después es encontrada, violada y matada.

Seguía andando, todavía faltaban kilómetros para llegar y el tobillo dolía cada vez más.
Seguía caminando y sentí como unas manos rodearon la parte baja de mi espalda y agarraron la parte trasera de mis rodillas para después cargarme estilo princesa.

I'm in love with a killer ︴ZicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora