A veces me preguntaba que se sentía al estar muerta, que habría detrás de todo esto a lo que llamamos vida, que sería lo siguiente, ¿vosotras no?
Ahora mismo me encuentro rodeada de oscuridad e intentando alcanzar un punto blanco que cada vez parece alejarse más, ¿será esa la salida de este manto oscuro que me envuelve? ¿En verdad hay un punto o solo son imaginaciones mías?
A lo lejos puedo escuchar unos zumbidos que cada vez parecen cobrar más sentido, son voces, no puedo distinguir de quien ni que dicen, pero estoy segura de que escucho voces. Si me concentro más también soy capaz de escuchar un pitido que se repite cada cierto intervalo de tiempo, periódicamente.
También puedo sentir la calidez de una mano sujetamdo la mía y apretándola con fuerza.¿Dónde estoy?
Y, de repente, como arte de magia, todos los recuerdos se agolpan en mi cabeza, fui disparada intentando salvar a Ji Ho, el disparo impactó en mi pecho, no sé con certeza si dio en el corazón o no, aun que si lo hubiera hecho ahora mismo no estaría debatiéndome entre la vida o la muerte, o sí, ¿quién sabe?
Mi cuerpo inconscientemente reacciona y comienza a moverse de nuevo hacia la resplandeciente y cálida luz que resalta en este gran oceano de oscuridad. Una voz que no llego a reconocer a la perfección me obliga a detenerme.
—Lucha, sé que eres fuerte, no me dejes, por favor...
Al no volver a escuchar esa voz sigo andando hacia la calidez de la blanca luz que susurra mi nombre cada vez más fuerte.
—Hara cariño, tienes que despertar, no me puedes dejar sola cielo, no quiero estar sin ti, no queremos estar sin ti.
¿Mamá?
Vuelvo a detener mi cuerpo, la luz está delante de mí, es como una especie de portal a otro mundo, sé que no debería cruzarlo, pero su calidez me atrae.
—No te puedes ir pequeña, no puedes, no quiero, por favor.
Me doy la vuelta rápidamente al escuchar la voz de Ji Ho.
—¡Ji Ho!
Grito y grito, pero nadie me escucha, los pitidos son cada vez más persistentes y su velocidad aumenta.
—¡Mamá!
Vuelvo a gritar, pero sigo sin obtener una respuesta que me guíe hacia ellos.
¿Será este mi fin?
Narrador omnisciente.
Todos reunidos en una misma sala, rezando porque la pequeña Hara despierte de un sueño del que probablemente no pueda volver. Todos esperando por ver sus ojos abrirse de nuevo, por ver de nuevo su sonrisa, por escuchar de nuevo una de sus bromas.
La máquina que recoge los impulsos eléctricos del corazón de Hara cada vez aumenta más la velocidad de estos, los pitidos se hacen más frecuentes, y las lágrimas de los presentes en la sala no tardan en salir. Todos saben que Hara está luchando por abrir sus ojos, pero nadie sabe si lo conseguirá.
El doctor dijo que había hecho lo posible, pero la bala había impactado en el pulmón izquierdo, justo por debajo del corazón.—No te puedes ir —dijo Fanny—, no podré vivir en paz sabiendo que una mitad de mí se ha ido —finalizó rompiendo en llanto.
—Nunca debería haberte llevado conmigo, nunca debería haberte puesto en peligro, nunca me perdonaré esto, nunca —dijo Ji Ho para después apretar aún más fuerte la mano de su novia.
Los pitidos continuaron haciéndose cada vez mucho más constantes, hasta que estos se transformaron en uno solo, inundando la habitación de llantos aún más fuertes y de más súplicas en vano. Hara ya no estaba, se había ido, para siempre. No había vuelta atrás.
Dos enferneras entraron corriendo en la sala seguidas del doctor y dos acompañantes más, pidieron espacio y conectaron el disfribilador para mandar impulsos eléctricos al corazón de la pequeña.
Después de cuatro intentos más el doctor dio la señal para que parasen y todos salieron de la habitación, no sin que antes el doctor diera su más sentido pésame.—Mi hija, mi bebé, mi todo, no puede ser cierto —dijo la madre de Hara mientras contemplaba su cuerpo inerte en la cama.
—Pérdoname pequeña, lo siento tanto, pero tanto tanto. Nunca me lo perdonaré, jamás, lo siento, lo siento —dijo Ji Ho llorando en el hombro de la única chica a la que había amado.
—Mi morena, no puedes irte así, una rubia sin su morena no es lo mismo, no, por favor, despierta —dijo Fanny agitando el hombro de su amiga.
—Siento no haberte podido defender, pero llegué tarde renacuaja, acuérdate de nosotros allá donde vayas —dijo Jeonghan saliendo de la habitación.
Fanny y su madre imitaron su acción, no soportaban ni un segundo más observando a una Hara estática en una cama de hospital, querían llevarse un recuerdo vivo, pero me temo que eso no iba a ser ya posible.
Ji Ho observaba el cuerpo de su chica, como si en algún momento se fuera a levantar y a darle el gran beso que lleva esperando desde que la bala atravesó su pecho.
—Esto no quedará así, juro vengarte, juro matarle, y si voy a la cárcel, iré al menos con el recuerdo de que el hijo de puta que te mató no sigue vivo. No lo dudes —dijo dando un leve beso en sus labios levemente fríos—. Te amo como nunca he amado a nadie en mi vida pequeña, nunca lo olvides, nunca me olvides.
FIN
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Bueno, pues aquí está, último capítulo. Me da pena despedirme de vosotras, así que mejor no lo hago y os espero en el resto de mis ficsXD. Comentad que os ha parecido todo el fanfic y este capítulo.
Estaré esperandoros en mis otros fics, no os olvidéis de que os quiero a más no poder, sin vosotras nada de esto hubiera sido posible, gracias de todo corazón❤❤❤❤❤.
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I'm in love with a killer ︴Zico
Fanfiction❝No hay nada peor que enamorarse de la persona equivocada... O puede que no tan equivicada.❞ ︴Historia completamente mía, prohibida su copia y/o adaptación. Pedir permiso en caso de querer hacerlo. Gracias.