Capítulo 6

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Mientras iba bajando por el árbol Ji Ho me miraba esperando a que llegara abajo

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Mientras iba bajando por el árbol Ji Ho me miraba esperando a que llegara abajo. Cuando llegué me puse frente a él y le enseñé la llave que colgaba de un cadena mientras la meneaba y canturreaba "ya la tengo" como una niña pequeña. Ji Ho sonrió.

—Estoy orgulloso de tí.

—Lo sé. Yo también estaría orgullosa de mí misma.

Ji Ho rodó los ojos ante mi comentario y yo reí ante tal gesto.

—Ahora que me pongo a pensar. ¿Cómo llegaremos a casa si no tenemos coche? Porque andando no es una buena opción.

—Conseguiremos uno —contestó Ji Ho.

—¿Cómo?

—Espérame aquí, intentaré tardar lo menos posible.

Esperé durante unos treinta minutos escondida detrás de un coche por si a mis padres se les ocurriera salir de casa y me vieran ahí, hasta que al final vi un coche plateado aparecer delante mío.
Cuando se detuvo vi que era Ji Ho el que conducía y entonces abrí la puerta del copiloto y entré.

—¿Cómo...? —fui interrumpida por Ji Ho.

—No quieras saberlo —contestó mirando al frente.

No dije nada más. Me dio su móvil para que indicara donde estaba la casa y se lo devolví.

Mientras estábamos viajando estaba pensando en posibles cosas que pudo hacer Ji Ho para conseguir el coche.

¿Habrá matado a alguien más?

Sólo eso se me venía a la cabeza. Una sensación que hace un par de días no sentía mientras estaba con Ji Ho volvió a mi. Tenía miedo, pero no de él, creo, sino de lo que tarde o temprano podría pasarle.

—¿Estás bien Hara?

Su voz hizo que diera un pequeño, casi nada notable, salto en mi sitio.

—Sí —dije intentando sonar convencida de mis palabras.

—¿Estás segura? Te veo inquieta. Puedes estar tranquila no creo que nadie sepa que estamos en Busan.

Asentí. Pero no era esa la razón de mi "inquietud".

Después de viajar un par de minutos más, llegamos al vecindario donde se encontraba la casa. Esta tenía dos pisos. En el de abajo se encontraba la cocina, el salón y un cuarto de baño, y arriba había tres dormitorios cada uno con su baño.

Al llegar Ji Ho aparcó el coche en el garaje y después entramos en casa.

—No tenemos nada más que esta ropa aquí. La lavamos, la ponemos a secar mientras nos duchamos y mañana vamos a comprar más, ¿te parece?

Sólo asentí y me fui a mi habitacion mientras él se duchaba en el baño de la planta de abajo.

Cuando terminé fui a las demás habitaciones y encontré un pantalón deportivo holgado gris y una camiseta negra de hombre. Me puse mis braguitas que afortundamente habían tardado poco en secarse y la camiseta que me llegaba por medio muslo y le bajé el pantalón a Ji Ho.

Llegué al baño de la planta baja y di dos golpes en la puerta y esta se abrió dejando ver a un Ji Ho con el pelo mojado y revuelto, mientras por su torso y abdomen bajaban gotas de agua y con una toalla blanca en la cintura. Le di el pantalón intentando no mantener mi mirada ocupada en otra cosa que no fuera él semi desnudo frente a mí.

Carraspeé.

—Lo he encontrado en una de las habitaciones. Será de mi padre.

El asintió y se acercó a mí mientras me acorraló contra la puerta lentamente. Empezó a darme besos cortos mientras me acariciaba la mejilla derecha con su pulgar y mientras pasaban los segundos los besos se iban haciendo más largos, rodeé su cuello con mis brazos y él agarró mi cintura mientras me apega más a él y los besos se hacían cada vez más apasionados. Hacía formas imaginarias con sus pulgares en mi cintura por encima de mi camiseta y de repente mete lentamente la mano dentro de esta. Asustada dejo de besarle y detengo sus manos con las mías mirándole a los ojos con un poco de miedo y nerviosismo mezclados. Él solo asintió y me dio tres besos pequeños. Entonces salí del cuarto de baño mientras él terminaba.

Fui a la cocina y miré en los estantes a ver si había algo de comer. En uno de ellos encontré dos sobres de fideos instantáneos. Miré la fecha de caducidad y todavía faltaba un mes para que caducasen.
Decidí cocinarlos, cogí una cacerola, le eché menos de la mitad de agua, la puse a hervir, eché los fideos y cuando pasó un rato y se pusieron blandos les eché la salsa mientras los removía. Cogí un tenedor y unos palillos chinos para Ji Ho, ya que yo no sé usarlos, dos vasos, los llené de agua y eché los fideos en dos platos, los puse en la mesa y llegó Ji Ho sin camiseta, ya que la suya se estaba secando.

—Tenemos que comprar también algo de comida sino nos queremos morir de hambre.

Ji Ho sonrió y asintió.

—Mañana lo compraremos todo.

Después de cenar lo lavé todo y lo dejé en su sitio, tiré los palillos a la basura y me senté en el sofá al lado de Ji Ho.

—¿Vamos a dormir juntos? —pregunté a Ji Ho acercándome a él.

—¿Tú quieres?

Asentí repetidas veces para después escuchar la suave y aterciopelada risa de Ji Ho.

—Pues dormiremos juntos.

Me di la vuelta y me senté encima de él con las rodillas a ambos lados de su cadera y le di besitos cortos en los labios. Entonces él me susurró un "te quiero" en los labios y yo le respondí con el típico "yo más" mientras seguimos dándonos besos. Ji Ho se separó un poco y me miró a los ojos.

—Hara —dijo mirándome serio.

—¿Qué pasa? —dije mirándole extrañada.

—Verás... Es que estaba pensando y...

—¿Qué ocurre? Me estás preocupando.

—No no, es que yo... Tú... Nosotros...

Me separé lentamente de él temiendo lo peor.

—¿Ji Ho...?

—¿Quieres ser mi novia? —preguntó mientras jugaba con su anillo y miraba para abajo.

Me quedé unos segundos pensando, como en estado de shock, y entonces respondí.

—Claro que sí —dije mientras sonreía como loca.

Entonces Ji Ho juntó sus labios con los míos en un tierno beso, nuestro primer beso como novios.

Dejó de besarme, me cogió y me llevó hasta una habitación. Me tumbó en la cama y me dio un beso corto antes de decir "buenas noches mi niña".


I'm in love with a killer ︴ZicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora