❝No hay nada peor que enamorarse de la persona equivocada... O puede que no tan equivicada.❞
︴Historia completamente mía, prohibida su copia y/o adaptación. Pedir permiso en caso de querer hacerlo. Gracias.
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Jeonghan llegó a su casa y entonces nos despedimos con un corto abrazo, sin decir ninguna palabra, creo que esta experiencia nos había marcado. Continué andando hasta que llegué a mi calle y vi al coche que hace nada vimos en el bosque aparcando en frente de la casa de Jiseok, temí que al salir del coche la persona que iba dentro me agrediera y después hiciera lo mismo con mi madre o con algún vecino, o incluso con Jiseok, pero al ver salir del coche al mismo Woo Jiseok esos pensamientos se fueron con la misma rapidez con la que aparecieron y entonces de nuevo comencé a sentir miedo.
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~•~•~•~•~•~ Capítulo 5 •~•~•~•~•~•
Al ver salir a Jiseok del coche me quedé parada en mitad de la acera, no se había dado cuenta de mi presencia, por lo que salí de mi trance mental y me acerqué a él fingiendo estar bien.
—¿Estás bien? —pregunté mirándolo con los ojos entrecerrados.
Jiseok salió completamente del coche ya que estaba buscando algo en el asiento del copiloto y me miró.
—Sí. ¿Y tú? ¿Qué haces tan tarde fuera?
—He salido a dar un paseo —mentí.
-¿A las dos y pico de la madrugada?
—Eh sí, es que no podía dormir —volví a mentir_ ¿Por qué maldecías tanto en voz baja? —pregunté cambiando de tema.
—No te incumbe —dijo fríamente.
Un escalofrío recorrió mi espalda. Esto ya se estaba haciendo costumbre.
—Lo siento, no pretendía hablarte de esa manera —dijo acercándose a mí.
Yo como acto reflejo retrocedí a la vez que él avanzaba. Entonces se detuvo.
—Soy yo, o ¿estás asustada? —preguntó con una ceja levantada.
—No, solo...
—¿Ha pasado algo de lo que no me he enterado?
—No —contesté de forma un poco cortante.
—Te noto demasiado rara.
Entonces se me ocurrió una idea con la que tal vez podría sacarle información.
—No, solo estoy un poco preocupada sobre el tema de los secuestros por la zona y tal.
—Ya. ¿Estás preocupada por los secuestros y sales a pasear a las dos de la madrugada?
Touché.
—Necesitaba aire fresco ¿vale? Pareces mi madre.
—¿Estás mintiéndome Hara?
Volví a intentarlo.
—Vale, un poco. Es que he discutido con mi madre porque quería ir a dar una vuelta con los chicos pero ella no me ha dejado por el reciente secuestro de Silvia, una compañera que está conmigo en clase.
