Capítulo 5﹏Parte 2

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Ambos nos mirábamos a los ojos hasta que Ji Ho desvió su mirada a mis labios y la volvió a subir mirándome de nuevo a los ojos, mientras que lentamente nos fuimos acercando y finalmente nuestros labios chocaron, Ji Ho agarró con una mano mi cintur...

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Ambos nos mirábamos a los ojos hasta que Ji Ho desvió su mirada a mis labios y la volvió a subir mirándome de nuevo a los ojos, mientras que lentamente nos fuimos acercando y finalmente nuestros labios chocaron, Ji Ho agarró con una mano mi cintura y me apegó más a él y con la otra mano acariciaba suavemente mi mejilla, yo rodeé los brazos alrededor de su cuello y el beso se hizo más profundo y apasionado. Bajó la mano que tenía acariciando mi mejilla hasta mi cintura también para después lentamente bajar ambas manos a mi culo, apretó ambas nalgas y me apegó aún más a él, haciendo que un pequeño bulto apenas notorio aún quedara en contacto con mi parte íntima, lo que hizo que soltará un gemido sobre sus labios y el gruñera en respuesta. Ambos nos separamos por falta de aire, Ji Ho me miró a los ojos, sonrió y me abrazó.

De repente el sonido del motor de un coche nos interrumpió y nos sacó de nuestros pensamientos. Ji Ho me dijo que esperase y eso hice. Se asomó por unos arbustos y salió corriendo a por mi.

—La policía está aquí —dijo susurrándome.

—¿Qué? ¿Pero cómo? —susurré.

—Taeyong está con ellos, lo más seguro es que nos haya delatado.

La verdad es que no estaría mal que me encontraran, así podría volver a mi vida normal de siempre. Pero tampoco quería abandonar a Ji Ho, ¿y si lo mataban? No dejaría que eso pasase, iría con él.

Definitivamente me he vuelto loca. Pensaba que el Síndrome de Estocolmo era un cuento. Ya veo que no.

Salimos corriendo de allí como pudimos, al cabo de unas horas estábamos fuera del bosque y la policía no había conseguido atraparnos, Ji Ho me dio su cubrebocas para que me lo pusiera. Y Corrimos hasta llegar a una gasolinera que estaba a una hora en coche de la ciudad. Entramos y Ji Ho compró un cubrebocas como el mío para él, dos sudaderas con capucha y unas gafas de sol para cada uno. Cuando estábamos listos fuimos al parking de la gasolinera.

—Vigila que no venga nadie.

—¿Qué vas a hacer?

—Conseguirnos un transporte.

Me puse de espaldas a Ji Ho y vigilé si venía alguien como él me dijo. Cuando me di cuenta el coche ya estaba en marcha.

—Sube.

Subí al coche y Ji Ho arrancó.

—¿Te has fijado en si había cámaras en el parking?

—No había. Todas estaban dentro, el dependiente tenía la pantalla con cuatro cámaras en ella, sólo se veía lo que pasaba dentro de la tienda.

Ji Ho aceleró y dejó el coche en un callejón.

—Tendremos que seguir a pie.

Mientras íbamos caminando a casa no sé si Ji Ho se dio cuenta, pero nos estaban persiguiendo. Me apegué a él y le cogí la mano.

Ji Ho se acercó a mí oído y susurró:

—Cuando yo te diga corres hacia aquel parque, está lleno de personas, allí no te harán nada, pero ten cuidado de que no te pillen, cuando cruces el parque giras a la izquierda y verás un callejon, métete en él y cuando salgas cruzas el vecindario, en un par de minutos verás mi casa hay llaves bajo el felpudo de la entrada, toma esto por si acaso —se sacó una pistola con cuidado de los pantalones y me la dio, la cogí con las manos temblorosas y me explicó como se utilizaba.

Metí la pistola en mi pantalón y cuando Ji Ho apretó fuerte, pero sin hacerme daño, mi mano, salí corriendo hacia el parque, me adentré en el callejón y corrí hacia la casa de Ji Ho, pero cuando estaba llegando esta estaba precintada y con un par de coches de policía alrededor y alguna que otra persona cotilleando que pasaba. Sin saber que hacer salí corriendo de nuevo y me volví a meter en el callejón para llegar donde dejé a Ji Ho inicialmente. Cuando llegué no había nadie y sentí un disparo en el descampado de al lado. Me metí en él sin que nadie me viera y me asomé por una pared, Ji Ho estaba peleando con un individuo y otro iba a dispararle, Ji Ho mató contra el que estaba luchando con una navaja en el corazón, entonces el otro que llevaba la pistola estaba cargándola y yo sin saber cómo disparé y este calló al suelo de rodillas y gritando de dolor, le disparé en una pierna, él iba a disparar a Ji Ho pero él fue más rápido y consiguió acertar en su cabeza mientras que yo giré la cabeza rápidamente para no verlo. Me acerqué a Ji Ho que estaba sentado en el suelo mirándome y le tendí la pistola

Ji Ho cogió la pistola

—¿Estás bien?

Asentí levemente y le sonreí.

—Gracias.

Volví a sonreir y miré como metía sus pistolas una en la parte trasera del pantalón y otra en el bolsillo de su sudadera.

Ji Ho se levantó y me abrazó. 

—Es la primera vez que alguien me salva la vida.

—De nada.

—Será mejor que nos vayamos de aquí antes de que venga la policía.

—Y, ¿dónde vamos a ir? Porque tu casa está rodeada de policías.

—¿Cómo?

Asentí

—¡Mierda!

Zico se dio la vuelta mientras llevaba sus manos a la cabeza y pasaba sus manos por él.

—Tranquilízate. Mis padres tienen una casa en las afueras de Busan, podemos ir allí, pero necesito ir a mi casa a por las llaves.

Ji Ho me mira con... ¿desconfianza, tal vez?

—Vamos.

[…]

Cuando llegamos a mi casa yo trepé por un árbol que daba al balcón de mi habitación y mientras trepaba Ji Ho estaba debajo por si me caía.

—No es la primera vez que me escapo y entro a casa por aquí.

—¿Qué rebelde no? Pensaba que eras más tiquismiquis.

Ignoré su comentario y con cuidado subí al balcón, me colgué de él para saber si había alguien dentro. La puerta estaba abierta pero no había nadie, aprovechando que mis padres estaban en el salón fui a su habitación con cuidado a coger la llave de la otra casa. Cuando la tuve fui a mi habitación y conseguí salir de casa a salvo, es decir, sin que nadie me viera.

I'm in love with a killer ︴ZicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora