Pokémon

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En 1996 en Japón, comenzaron a registrarse suicidios de niños que tenían algo en común: estaban jugando en la pantalla de Pueblo Lavanda de Pokémon y todos tenían menos de 14 años. En todos los casos, los pequeños habían presentado irritabilidad, insomnio, adicción al juego y sangrado de nariz.

Tras una investigación, se descubrió que la sintonía de esa pantalla tenía unos picos de intensidad que sólo los niños más pequeños podían escuchar. La compañía Game Freak corrigió la música en las ediciones posteriores y los suicidios dejaron de suceder.

Historias Reales 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora