Historias Reales 2

El payaso

Stuart era un niño de 10 años que tenía una personalidad muy agradable y alegre, algunas personas afirmaban que él era demasiado maduro e inteligente para su edad.

Tristemente todo cambio un 14 de febrero...

Ese día el joven Stuart había sido invitado a una fiesta de cumpleaños que organizaban sus vecinos para la única hija que tenían llamada Samanta Rowins.

Stuart había pasado mucho tiempo arreglándose con esmero y dedicación para ir bien arreglado a la fiesta.

Cuando llegó la hora el joven se dirigió hacia la casa de Samanta demasiado puntual como siempre. Al llegar notó como todos sus amigos jugaban en el pelotero, rápidamente le dio el regalo a la cumpleañera y corrió a jugar con los demás niños.

Stuart se estaba divirtiendo demasiado, pero cuando llegó el payaso, el joven se espanto por su horroroso maquilla y se fue a esconder en el baño de la familia. Una vez allí vio desde la ventana como el aterrador payaso comenzó a hacer su gracioso, pero inquietante acto.

Todo era normal hasta que el payaso paró el show y se fue hacia su auto a buscar algún objeto.

Cuando regresó, Stuart, pudo notar que el tenebroso payaso traía entre sus manos un hacha igual a la que usan los leñadores en las películas.

El payaso se acercó hacia su público y comenzó a atacarlos con su arma.

Todo era un caos, niños corriendo y gritando mientras el psicópata asesino los intentaba matar.esso

Stuart solo se dedicaba a ver como el payaso golpeaba a los niños con su hacha, ya que él sabia que no podría hacer nada contra aquel asesino.

Ya pasado un tiempo de haber comenzado la calamidad, el psicópata acabó con todos los inocentes niños que habían en el patio trasero del lugar. Astutamente aquel asesino se metió a la casa para procurar que no quede vivo ningún testigo.

El joven Stuart cerró la puerta con seguro, por las dudas de que aquel payaso encuentre su escondite y se sentó en una esquina a llorar en silencio.

Al cabo de unos minutos el joven escuchó los gritos desgarradores de algunos sobrevivientes que habían intentado huir del payaso, muy rápidamente el sonido cesó, para luego darle lugar al ruido de los pasos del psicópata, él cual caminaba lentamente en dirección hacia la puerta del baño en donde Stuart se ocultaba.

El corazón del joven latía de una manera descomunal, mientras rogaba por su vida. Como si fuese un milagro, Stuart, pudo escuchar el sonido de una patrulla acercándose hacia la casa en donde él se encontraba.

El joven se acercó hacia la ventana y vio como dos policías se bajaban del auto, cuando entraron al patio los patrulleros observaron horrorizados la masacre que aquel payaso había causado.

Al oír a los policías el payaso intentó entrar al baño en donde Stuart se encontraba, el joven gritó muy fuerte al darse cuenta de lo que el asesino intentaba hacer, velozmente los policías fueron a investigar que sucedía y vieron como el payaso intentaba abrir a la fuerza la puerta en donde el muchacho se encontraba.

Uno de policía, en un acto de heroísmo, le disparo al payaso, logrando así salvar a Stuart de lo que podría haber sido su inminente muerte.

El cuerpo del payaso fue identificado como Robert Wins, un psicópata muy buscado por sus múltiples crímenes, pero nunca lograban dar con su paradero.

Stuart fue el único sobreviviente del atroz hecho que le costo la vida a mas de treinta niños que habían asistido a la fiesta de cumpleaños de Samanta y pese a esto el joven Stuart quedó traumatizado.

El muchacho se ahorcó dos años después de haber sufrido ese acontecimiento que arruinó su vida.

Junto a su cadáver había una nota que decía esto:

"Debido al hecho que viví hace dos años atrás quedé muy mal mentalmente según muchos psicólogos, pero puedo jurar que he visto en múltiples ocasiones a ése payaso que logró arruinar mi vida. Lamento haber tenido que llegar a este extremo, pero esto me logrará dar paz mental."

Los vecinos también aseguraron haber visto a ese payaso rondando por la casa de la familia Rowins, por lo cual el lugar fue abandonado y nunca nadie se atrevió a volver de nuevo a ese lugar.