Historias Reales 2

La Puerta

Yo me mude con mi madre a una vieja casa en un pueblo casi desconocido era de una provincia muy conocida pero como saben los "pueblitos" no suelen ser muy importantes para la gente que viene de grandes ciudades, era una casa bastan vieja de dos plantas, tenía muchos cuartos, a mi me parecía ridículo tener una casa tan grande para tan solo dos personas, pero mi tía abuela, no sé por qué razón se la había dejado a mi madre como herencia, tal vez sentía pena por su pobre sobrina que tenía que cargar con un hijo ella sola por que su marido la había dejado con un hijo y se había ido con otra, pero honestamente nunca me había hecho falta mi padre Como sea continuando con la historia, justo en planas vacaciones de verano fue cuando nos mudamos yo no conocía a nadie en ese lugar, para ser sincero no iba a ese pueblo desde que era un niño, es el tipo de pueblo donde todos se conocen y todos saben todo de todos.

A mí me toco el cuarto al final del pasillo dentro de mi cuarto había una vieja escalera, aburrido y sin nada que hacer que me había leído todos mis libros, jugado a la play, escuchado música, limpiado mi cuarto, ya cansado sin nada que hacer la curiosidad me mato y decidí subir esa escalera, cuando subí vi que era un cuarto un tanto pintoresco aun que parecía no haber sido usado hace mucho tiempo, había libreros cubiertos de polvo, viejas cajas, papeles amarillentos, una lampa de pie al lado de un sillón rojo carmesí, con un gran ventanal de colores parecido al de las iglesias, me pareció bastante interesante como en los relatos de misterio que yo leía, en los que un chico cualquiera descifraba un gran misterio, empecé a ojear los libros que había cuando de repente se cayó uno, era el más deteriorado pero a la vez el que tenia la portada más bonita me pareció una pena que estuviera tan mal cuidado, me senté en el viejo sillón y empecé a ojearlo

Decía: "de máximo para quien sea que este leyendo esto" en la primera hoja, a mi me pareció nada raro en particular algún diario de alguien que había vivido aquí tal vez algún hijo de la tía abuela, no sabía si ella tenía hijos o no, porque desde que era muy pequeño no venia y no tenia tanta capacidad como para recordar algo de hace tantos años, como sea en ese momento de intriga mi madre me llamo para cenar "Bruno ven a comer la comida se enfría" yo baje rápidamente y deje el libro sobre el viejo sofá, mi madre me pregunto "Bruno has encontrado algo interesante Que hacer?" A lo que yo respondí que si moviendo la cabeza mientras comía el arroz con atún que me había servido mi madre, aun que yo siempre deteste el atún estábamos en una situación difícil y no quería molestar a mi madre, el silencio era ensordecedor porque a decir verdad no encuentro tema de conversación con mi madre le pregunte: mama la tía abuela Rosana tenía hijos? A lo que ella respondió que no su marido murió cuando ella era muy joven y no se volvió a casar. A lo que yo pregunte si alguien mas había vivido antes aquí, y ella dijo que no había forma de que ella supiera, pero que la tía se había mudado no hace mucho a esta casa,

(Aun que yo pensaba que ella vivía en esa casa desde antes de Cristo, suponiendo que teniendo la plata que tenia ella se mudara a una casa tan vieja, no digo que haya sido fea, pero ella tenía suficiente plata para comprar una totalmente nueva) como sea después de haber terminado mi cena me encamine a mi habitación, ya allá solo me acosté en mi cama a contemplar el gran ventanal que había justo frente a mi cama, luego de un rato me decidí a encender la televisión aun que no me gustaba mucho mirarla, estaba dando un programa sobre misterios y eso, cuando recordé la habitación que estaba arriba de la mía, y subí a investigar un poco más, me senté otra vez en el viejo sillón a mirar con más detalle el libro de ese tal máximo,

"febrero 18 de 1988"

"Hoy ha sido un día igual que los otros como siempre los otros niños me maltratan, siempre me tratan mal pero mama dice que no los escuche ello me esconden mis cosas o me las roban quisiera tener un amigo"