Chat, Volpina y ... ¿Marinette?

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* Adrien *

- Oye bro ... ¿Que crees que le haya sucedido a Marinette? Se puso extraña - dijo Nino mirando el rostro de preocupación del rubio.

- No lo se ... Tengo que irme tengo clases de esgrima - Adrien se levanto de la cama y colgó su teléfono.

Adrien mentía, llevaba semanas sin clases de esgrima, y ese tiempo libre lo ocupaba para ver a Marinette. El chico procuraba visitarla diariamente solo para evitar ser akumatizada, aunque si Marinette fuera akumatizada podría ver de nuevo a Ladybug.

Adrien se transformó y salio de su casa, brincando de tejado en tejado, el chico llego a su destino, la ventana del cuarto de la peliazul estaba abierta, y era una señal de que entrara.

Chat Noir entro como todos los días pero vio algo diferente, en esta ocasión Marinette estaba dormida con su libreta de diseños abierta. Chat la miro con detalle y un impulsó le hizo pensar en darle un beso.

<¿Que estoy sintiendo? Porque la quiero besar, no es normal o ... ¿Si?>

Chat Noir estuvo media hora pensando en besarla o no, el chico decidió besarla ya que el sentía la necesidad de hacerlo. Chat se fue acercando lentamente, pero cuando estuvo a punto de tocar los labios de la chica, alguien lo jalo impidiendo el beso.

- ¡¿Porque la intentaste besar Chat?! - reclamo Volpina enojada - ¡Tu eres de Ladybug!

- Shh ... Callate que la vas a despertar - dijo Chat en un susurro

- No hace falta ... Ya que esta despierta - señalo Volpina a espaldas del chico/gato.

Chat volteo lentamente y miro a Marinette muy sonrojada mientras abrazaba una almohada.

- Ahhh .... Este, yo ... ¿Buenas tardes? - Marinette miro a Chat y a Volpina un poco nerviosa.

- ¡Marinette! - Volpina rompió el clima tenso cuando abrazo a la chica - Se que no sabes quien soy pero quería hablar contigo.

- Este ... Creo que es hora de irme ¡Adiós Volpina, adiós Marinette! - se despidió Chat antes de salir saltando de la ventana de Marinette

- Eres MUY buena amiga de Chat, ¿Verdad? - Volpina miro con picardía a Marinette y esta se sonrojo.

- ¡Claro que no! - Marinette tomo una almohada y cubrió su rostro sonrojado.

El Juego De OlvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora