El Juego De Olvidar

venganza.

* Marcelín *

La chica despertó un poco aturdida, miró sus pies y estaba en un charco de sangre, su brazo se encontraba herido.

– Oh no ... – dijo la pelirroja intentando detener el sangrado, otro estruendo se escucho, una brisa de aire se llevo el polvo del lugar, al poder ver un poco mejor, observo a Marinette en el suelo – Mari ... ¡Marinette! – Marcelín intento correr para auxiliar a la chica, cuando la alcanzó, se sentó en el suelo y recargo a Marinette en su regazo – vamos Marinette ... Despierta – Marcelín se encontraba desesperada al ver que la peliazul no reaccionaba.

Marcelín abrazo a la chica para protegerla de las ráfagas del viento, Adrien llego a donde estaban las chicas y cargo a Marinette, Marcelín se tomo del brazo del chico y salieron corriendo del lugar.

– ¡Valentin! ... ¡Detente! – grito Laila sin conseguir nada.

Marcelín se puso de pie, miro como ambos chicos peleaban por venganza, por culpa de ella, Marcelín analizo la situación, Adrien se había enamorado de Ladybug y no de alrededor, Valentín y Leonardo pelean por el coraje de alejarse de ella, ¿Todo era culpa de ella? No, no lo era, pero el destino le hizo malas jugadas con su vida y con los de su alrededor.

– ¿Merezco ser kwami? – susurro la pelirroja – la gente no merece sufrir por mi culpa, porque me eligieron como kwami... Soy un fracaso.

Una mariposa negra paso por en medio de Valentín y Leonardo, al instante los jóvenes dejaron de pelear y fijaron su mirada en aquella mariposa. La mariposa se poso frente a Marcelín, la chica asustada retrocedió, pero la mariposa se convirtió en un proyector.

– ¡Gracias kwami de Ladybug! – dijo Hawkmoth en el proyector – debido a que dudaste de tu misión, gracias a ti, todo aquel que este triste o enojado, serán akumatizados y Ladybug no podrá contra todos, conforme pase el tiempo, Chat Noir y Ladybug deberán entregar sus Miraculous para salvar a la población.

A lo lejos, se observo una manada de mariposas negras, cada mariposa tomó un rumbo diferente para akumatizar a la población.

– Esto es mi culpa – dijo Marcelín sentándose en el suelo – yo no sirvo para esto.

– Que cosas dices Tikki – dijo Marinette un poco burlona – esta es tu misión, tu estas hecha para esto, tu has guiado a todas las Ladybug e incluso a mi – Marinette se sentó junto a Marcelín – no dudes y se fuerte para crecer de nuevo – Marinette sonrió cálidamente – es hora de un nuevo inició Tikki – Marinette saco unas tijeras y corto el cabello de Marcelín – a partir de ahora, eres una nueva kwami... ¿Sabes? No es bueno tener el paso de los años en el cabello.