Decimoquinto punto

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Vacío abismal que siento aquí dentro.
Roy me acompaña, fiel amigo que siempre ha estado a mi lado. Lo acaricio mientras derramo un par de lágrimas con sabor a sal.
Estoy asustada, de nosotros, del final, de las palabras que no se dicen, del dolor que se queda atrapado en mis manos cuando tu figura desaparece de la habitación, del hoy, y del mañana.
Este amor me está destrozando, y últimamente no he logrado sonreír. La última vez que lo hice fue cuando me dijiste que mis ojos te recordaban a un pequeño trozo de algodón.
En aquellos días de invierno una simple mirada era capaz de transformar el mundo. Las palabras eran innecesarias, mis ojos podían gritarte que te amaban, ahora de tanto llorar ya no puedes escuchar mis llamadas. Pero te sigo llamando, y de vez en cuando ─siempre─ sigo echando la vista atrás.
Sigo viviendo en el pasado

(Con Roy)

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