Quincuagésimo cuarto punto

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Tengo tantas cosas por contarte...

Quisiera hablarte de todas las locuras que hice, pero sería muy hipócrita de mi parte. Quisiera mostrarte las canciones que he compuesto, pero seguramente no me saldría la voz. Quisiera que estuvieras en mi habitación y que pudieras abrazarme, pero [inserta la excusa que gustes].

Bueno, yo siempre hablo mucho y tú nunca dice nada. Así que mejor cuéntame tú. ¿Qué has hecho en todo este tiempo? ¿Cómo fueron tus fines de semana? Los míos aburridos. Vaya, otra vez hablando de mí. No me culpes, hago lo que puedo para sustentar esto.

Porque siempre estás dejando espacios que yo intento llenar como puedo, pero me he quedado sin motivos para ir a ti. Hoy quise hablarte, pero tuve un millón y media razones para no hacerlo, mas no encontré ni una sola que me empujara a ti.

Yo he confiado, te he mostrado todo cuanto soy, sin embargo no sé nada de ti, porque siempre estás a la defensiva. Así qué dime quién eres, porque ya no te reconozco.

Perdón, quería decir que no te conozco.

20.03.17

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