Te fuiste sin mirar atrás. Me dejaste junto a tu casa con el corazón sangrando.
Te fuiste con tus andares vagos mientras los trozos que juntaste de mí volvían a romperse haciéndose añicos.
Allí se quedaron. En tu portal. Para ver si al pisarlos también sangras.08.09.16
ESTÁS LEYENDO
Punto
RomancePorque siempre he dicho que me gustan los puntos finales. Porque terminan todo. Porque cierran círculos. Y punto.