Siempre te dije que eso del destino era una tontería,
ahora me esfuerzo en creer que no es así.
Ojalá sirviera para que nos pudiéramos ver una vez más.
En su momento no quise que te fueras, por eso me marché.
Algún día entenderás que quería conservarte en mi mente,
en el mismo lugar,
como si pudiera volver a por ti, con la falsa creencia de que lo haría.
Pero yo no lo haré,
ni tú tampoco seguirás allí.
O quizá sí que vuelva a por ti, pero tú continuarás sin estar.
Amarte de mas ese fue mi mayor error.
No entiendo tu posición,
tu actitud,
y mucho menos que pretendes.
Es raro que después de todo me busques, y quieras hablar,
¿qué quieres? ¿Qué esperas?
Amor ya no encontrarás, comprensión mucho menos.
Yo me alejé de ti, con la frente en alto y el corazón roto, y sí, tal vez insistí más de la cuenta,
pero porque creí que aún me amabas y que aún teníamos una oportunidad,
pero cuando comprendí que tu amor no me correspondía,
me alejé,
no iba a mendigar amor donde no había,
yo merecía,
yo merezco más de lo que podías darme.
En ese momento comprendí mi valor como persona, como mujer y como pareja.
No sé que pretendes, y no sé que ganas,
lo peor del caso es que sé que tus intenciones ni siquiera son porque me quieras,
lo haces para marcar un lugar que sinceramente no lo se.
Te fuiste un día, te vi alejarte y quise esperarte en el mismo lugar tal vez,
pensando que volverías, que aunque te alejaras regresarías,
no lo hiciste,
y en ese momento cuando me di cuenta de que merecía algo mejor,
me fui,
me alejé también
y no volví a mirar en tu dirección.