Yo te perdono,

pero no puedo regresar contigo.

El dolor fue la luz que iluminó mi vida

y me hizo darme cuenta

que no hubiese podido compartir contigo un "para siempre".

Eternas gracias te doy por lo bueno y lo malo,

Perdonarte no ha sido sencillo,

todos los días,

antes de dormir,

entre lágrimas y sollozos

le rogaba al cielo para que mi corazón

no odiara a quien un día amó con tanta fuerza,

supongo que la repetición hizo que se solidificara mi deseo

Algunas cosas empiezan de la manera más loca.

De la forma menos esperada.

Y también suelen terminar así.

Es terrible en esto del amor cuando "se termina".

Todo lo que se viene encima:

tener que lidiar entre esa inercia que es la costumbre,

la rutina,

el orgullo,

y todas esas cosas que a veces se confunden con el amor.

Esa tendencia a esperar lo que ya sabemos que no va a venir:

una vista,

un paseo,

una llamada.

Si hay algo que aprendí después de mi última relación

fue separar amor de todas esas cosas.

Intentar mantener los sentimientos en su estado más puro,

y dejar entonces que vuele.

Mágicamente duele mucho menos.

Si hay melancolía que te lleva un a la tristeza,

pero al final,

no hay dolor.

Si hay paz.

Esa tranquilidad de saber que estás haciendo lo correcto.

No es fácil separar el amor hacia vos del amor hacia mi.

Este último que viene empaquetado en forma de orgullo,

de caprichos,

de la resistencia al cambio,

y cuando no,

suele aparecer la obsesión.

Pero todo se hace más fácil cuando somos sinceros

con nosotros mismos,

y con el mundo.

Es rarísimo estar inmerso en un mundo de sentimientos

que van y vienen de manera desenfrenada dentro mío.

Hay cosas que creí que no volverían a pasarme,

porqué creí saber mucho acerca de esto del amor.

Creí saber lo suficiente como para no equivocarme.

Sin dudas es evidente que tengo que aprender

que en esto del amor las experiencias a veces no sirven de mucho.

Uno vuelve a caer otra vez en los mismos juegos.

En las mismas trampas.

Y lo peor de todo,

que sumado al dolor de eso

se suman el dolor de sentirse un idiota.

Quisiera decirte tantas cosas a la cara.

Pero lamentablemente no me queda otra

que plasmar mis palabras en un papel

que no entiende bien lo que pasa.

Quizás critiques el medio.

Pero la única razón es porqué no podría hacerlo de otra forma.

Si tal vez me vieras ahora lo entenderías,

o mejor aún si te dignaras a verme.

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