Agarraste tu brazo, que ahora tiene un orificio de bala y sangre corriendo de ella.
-¡Hijo de pu**!
Lo que viste fue a Wade correr con sus katanas y atravesar al tipo que te disparo en dos.
-Wade.
-¿Estás bien preciosa?
Se acercó a ti y sujetó tu cara entre sus manos.
-Me duele el brazo...
Susurraste. Wade te cargó como princesa y te dejó delicadamente sobre la parte trasera de un auto.
-Esperame aquí mientras termino con esos idiotas.
Asentiste mientras él corría hacia los demás tipos que quedaban. Viste a lo lejos varios tipos que se acercaban con armas hacia ti.
Cargaste tu arma, y empezaste a disparar a varios dándoles en la cabeza o en el pecho. Pero algunos evitaban las balas, unos corrían hacia ti disparando haciendo que te arrastraras escondiendote de ellos.
-Ahora si dulzura, estás muerta.
Un tipo puso su arma en tu cabeza apuntándote.
Lo último que escuchaste fue un disparo, para luego ver al tipo tirado y un rastro de sangre corriendo de su espalda.
-Con mi chica no te metas.
Le sonreíste a Wade y este te volvió a cargar para ponerte en un carro y comenzar a conducir para ir a su hogar.
-Listo, ya quedó.
Te vendó el brazo y ya no te dolía mucho.
-Creo que ahora tú me curas a mí.
Reíste seguido de él y besó tu cabeza.
-¿Sabes quéalegraríaestedía?
Lo miraste fijamente.
-¿El qué?
-Unbuensexodevictoria.
Rodaste los ojos divertida.
-Conunacondición.
-Laquequieras.
-Sinmáscara.
Bufó y asintió.
-Todopormichica.
Lo besaste apasionadamente para, bueno, como él dijo, un buen sexo de victoria.