Ahí estabas tú, sentada en la sala de reuniones de los Vengadores, escuchando o más bien ignorando todo lo que decía el Capitán América sobre ti y sobre el porqué no podías ir con ellos.
Dejaste la sala de reuniones y te fuiste a encerrarte a tu cuarto. Estabas muy enojada, Steve siempre te reprochaba que eras muy joven como para estar en el equipo. Eras una agente en proceso, pero tus poderes de fuego ayudaban mucho, y más al equipo.
Decidiste no darle más problemas a Steve y agarraste una maleta para empacar tus cosas, echaste todo lo que tenías que gracias a SHIELD eran muy pocas. Una lágrima recorrió tu mejilla al guardar una foto que le tomaste desprevenida a Steve, aún te negabas a amarlo y más cuando te hacía enojar. Tiraste la foto a la maleta y la cerraste. Esperaste hasta que todos se habían ido a dormir y saliste por tu ventana hasta el patio de la base de SHIELD. Corriste rápido para que no se dieran cuenta de tu ausencia, pero unos guardias que estaban afuera creyeron que eras enemiga, prepararon sus armas y comenzaron a dispararte, es quivaste las balas posibles como para perderte en el bosque cerca de ahí y subirte en un árbol grande y resguardar ahí temporalmente.
Oíste pasos y ramas quebrarse a tu alrededor. Viste una figura grande y con un objeto circular. Te golpeaste internamente, era Steve. Steve volteo a sus lados esperando ver al "enemigo" pero no logró ver a nadie. Suspiraste cuando estaba por irse, pero volteo a ver de donde provenía el suspiro encontrando tus ojos.
-¿Qué hacesahí? Baja, esunaorden.
Bufaste y te tiraste de tu rama, cayendo sobre tus pies gracias a las flamas de fuego que te ayudaron.