¡Ámame! [YunJae]

Capítulo 8: Innecesario.

Capítulo 8:

Innecesario.

Incertidumbre. Eso es lo que siento cada vez que pienso en él, porque no sé que me depara el futuro con respecto al atractivo Jung YunHo.

Después de la plática de ayer, me fui a clases y en cuanto éstas terminaron, fui directo a casa. Ignoré cualquier invitación para salir e incluso evite que mis ojos buscaran a YunHo por inercia. Y sé que no debería preocuparme por algo tan trivial como un chisme como aquél, pero... algo en ese rumor, me inquieta.

Me preocupa y me mantine en este estado de angustia.

—Señor Kim... ¡Kim JaeJoong!

¿Será que esa tal amante existió alguna vez en la vida de Yunnie? Y si es así, YunHo y ella, ¿se seguirán viendo?

—¡Señor JaeJoong! —un grito grave me sobresalta.

—¡Qué! —grito de igual manera.

Elevo mi vista y me encuentro con mi profesor de historia del arte, quien está rojo de furia. Estaba tan ansioso por el asunto de YunHo que se me olvidó dónde me hallaba. Es mi primera clase del día y ya estoy así de distraído. De un segundo a otro siento como toda mi sangre baja a mis pies y estoy tan nervioso que soy incapaz de hablar.

Abro la boca para disculparme pero es imposible, el maestro se me adelanta.

—Señor Kim, hagame el favor de salir de mi clase... ¡ahora! —vocifera con evidente enojo. No me muevo de mi asiento, me he congelado, nunca me han llamado la atención así. Debo tener los ojos desorbitados y la cara muy pálida porque él lo repite despacio, como quie habla con un tonto—. Kim JaeJoong, salga del salón en este instante.

Doy un respingo. Reacciono recogiendo mis cosas; saliendo al minuto.

«Dios... ¡Qué vergüenza!»

Una vez afuera del salón, camino un par de pasos antes de toparme con la desagradable visión de cuatro chicas sonrientes, a las cuales reconozco del grupo de mujeres que me dieron los regalos que me dieron la oportunidad de toparme con YunHo hace tiempo atrás.

—¡Ommo! Oppa, ¿te sacaron de clases? —exclamo una pelirosa teñida de largos cabellos.

Las tres restantes se miran entre sí con sorpresa. Acción que pretende ser "adorable", sin embargo; me resulta del todo irritante.

—Eso es horrible. Que bueno que nosotras estamos aquí para darte ánimo —comenta una castaña de melena corta.

No digo nada. Permanezco inmóvil en mi lugar, a la espera del final de su discurso a turnos para rechazar cualquier petición e irme. Lo único en mi mente en este instante es un rumor absurdo que bien podría ser un una simple estupidez.

—Sí, exacto —concuerda una chica rubia de finos rasgos—. JaeJoong-oppa, estabamos esperándote para pedirte que pases el almuerzo con todas nosotras así no tendrás que elegir.

La propuesta suena tonta. En cualquier otro momento habría aceptado, sólo para sentirme acompañado y querido, pero no, ya no quiero eso. Ahora mismo anhelo algo mucho mejor, una persona mucho más atractiva, inteligente, difícil. Por un par de segundos estoy tentado a decir "sí", mas no lo hago.

—Lo siento chicas, pero tengo planes para el almuerzo —miento.

—Otros planes —repite la chica peligrosa, como si yo acabara de decir la mayor tontería del mundo—. Eso quiere decir... ¿nos estás rechazando? —contuve una carcajada al escucharla, era evidente mi rechazo y aún así, ella parecía estupefacta ante la idea de una negativa.