Capítulo 6: Impredecible.

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*Volví, lamento mucho tardar, escribí este cap cuando mis recierntes problemas iniciaban. Lean las notas finales, son importantes para que sepan más sobre mí y la publicación de la historia.


Capítulo 6:

Impredecible.








YunHo:


Las vacaciones de invierno se acercan, hacen falta el trascurso de casi cinco semanas para el inicio del descanso. Se suponía que este iba a ser un descanso del ajetreo de la universidad y del obstinado de JaeJoong. Sin embargo, y de la nada, aparece esta persona.

—No pareces feliz de verme —me dice, haciendo pucheros.

—Porque no lo estoy —le contesto busco.

— ¡Oh, vamos Yunnie! Soy tu mejor amigo, no seas así. Ven, dame un abrazo —extiende sus brazos con la intención de abalanzarse sobre mí, pero evito el "cariñoso saludo" y pongo mi mano en su pecho, deteniéndolo.

— ¿A qué has venido? —interrogo con total severidad.

La sonrisa en el rostro del chico delante de mí, tiembla un segundo, pero la mantiene. Algo anda mal, lo presiento. Él es impulsivo aunque no tanto, su comportamiento actual me indica que ha llegado al extremo.

—Ya te lo dije, me quedaré a vivir contigo durante un tiempo —repite, vuelve a su posición inicial, para acto seguido, empujarme a un lado y pasar a mi casa con sus maletas en mano. Frunzo el ceño ante su atrevimiento.

—Eso no es verdad —contradigo con rudeza mientras cierro la puerta—, tú estás comprometido con aquel chino a quien tanto amas, no creo que de la noche a la mañana decidas aparecer en corea y abandonarlo —infiero, seguro de mis palabras; aunque un poco arrepentido de la forma soez con la cual me refiero al novio de mi impetuoso amigo.

— ¡No lo llames así, es grosero! —se queja, para luego dejar sus maletas al lado de la escalera e ir a sentarse en mi sillón mediano—. Además, yo no amo a ese sujeto, nosotros terminamos desde hace mucho —su tono de voz pretende ser indiferente pero noto el rastro de dolor.

Suspiro, presa de la inminente frustración. Mi amigo no va a decirme nada, aún no está listo.

—Sucede que no recuerdo su nombre —me justifico con voz suave—. Lo siento, ¿de acuerdo? Y no cambies de tema.

—No lo hago. Si estuviera comprometido no estaría aquí —oculta sus sentimientos tras la falsa sonrisa que me brinda, la cual se ha vuelto muy creíble, aunque no lo suficiente como para engañarme.

— ¡Mientes! ¡No insultes mi inteligencia HeeChul! —bramo, cabreado de tantos rodeos.

Él desvía la mirada un momento, aprieta la mandíbula y su sonrisa se esculpe en su boca con esfuerzo.

— ¿Ya hiciste tus deberes? —ignora mis reclamos—. Es mejor realizarlos pronto, o no dormirás bien hoy.

Otro suspiro sale de mis labios. Debo ceder.

—Comprendo, ya entendí —mi voz es serena—. Está bien si no quieres hablar de eso, lo harás cuando sea el momento —me rindo.

—Gracias —un largo suspiro revela su alivio.

—Con respecto a tu pregunta —Hee eleva sus orbes en mi dirección, expectante—. Mis tareas las hice en un tiempo libre que tuve en la facultad. Es mejor comer o hacer cualquier otra cosa, dime, ¿tienes hambre? —él asiente—. Bien. Si lo deseas, podemos cocinar o pedir algo a domicilio.

— ¿Tienes ramen instantáneo?

—Sí —una ligera curva adorna su boca, le devuelvo la sonrisa, él se levanta y ambos guiamos nuestros pasos a la cocina, la puerta a unos metros de mi sala. Mi amigo avanza veloz y me rebasa un poco—. Y Chul —le llamo con tranquilidad. Él se gira y me mira, atento a mis próximas palabras—, puedes quedarte el tiempo que necesites —sueno amable, pero en el fondo sé, que me arrepentiré más adelante.

¡Ámame!  [YunJae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora