¡Ámame! [YunJae]

Capítulo 26: Bésame.

Gracias por esperar.

Advertencia: +18, leer con discreción.

¡Disfruten!

Salir a pasear por Myeongdong, sin comprar nada, jamás fue tan divertido.

En realidad, para ser la primera cita en la cual realmente quiero estar es grandioso. Me siento tímido a momentos y luego arrastro sin pensar al chico que me gusta para mirar algún escaparate con ropa o botas. Jung es obediente, me sigue en silencio y a veces, mientras miro alguna cosa con atención, siento que me observa, lo suficiente como para no ser capaz de evitar el sonrojarme. Y aunque en realidad yo sé que no soy una maravillosa compañía para él, me siento feliz por estar a su lado.

YunHo es serio la mayoría del tiempo, hasta que nos cruzamos por una tienda de mascotas. Un cachorro de Husky siberiano lo hizo sonreír tan pronto pasamos por la vitrina llena de cachorros. Y pensé:

«¡Ambos son tan adorables!».

Si mi primera cita con alguien, de todas las que he tenido hubiera sido así, no habría salido con todas aquellas personas que esperaban recibir más de mí de lo que quisieron darme. Y me pregunto si tal vez Jung YunHo se habría fijado en mí si yo no fuera tan "llamativo". Suspiro mientras pasamos frente a una tienda de vestidos y smokings de gala.

Él es el primero en atrapar mi entera atención, en quien me fijé a pesar de todo; los prejuicios y la apariencia seria... él primer hombre del cual pude enamorarme. También es el primero en romper mi corazón, en tenerme en cuerpo y alma, en dejarme plantado para una cita, en hacerme llorar. YunHo es mi primero en todo, sin importar nada. Aunque él no lo sepa.

Quien como él para dejarme sin aliento con un beso.

Antes no teníamos relación alguna, éramos estudiantes de la misma universidad y nada más. Ahora es diferente, nos hemos besado y dormido juntos en la misma cama, incluso tuvimos sexo y justo en este instante, estamos en una cita.

—¡JaeJoong, entremos! —un YunHo entusiasmado me habla, sonriendo, diciendo mi nombre con dulzura, jalándome de la mano.

Me saca de mis pensamientos para meterme en un torbellino de emociones. No puede ser que esté tan emocionado por el cachorro que sea capaz de tomar mi mano en este lugar lleno de gente, además de llamarme con miel en los labios.

Me quedo estático, sintiendo las mejillas arder. Él entonces baja la mirada hasta nuestras manos todavía juntas. Intenta zafarse pero lo retengo, presiono el agarre envuelvo su mano con las mías y contesto.

—Vamos.

Sonrío y ambos ingresamos a la tienda de mascotas. Hay un pasillo que dobla a la izquierda, ahí está una pequeña área donde los perritos que vimos en la vitrina corretean o duermen. El husky de ojos azules sigue pegado al vidrio lanzando adorables miradas a los transeúntes.

YunHo se agacha para abrir la pequeña puerta del corral que mantiene a los cachorros en ese espacio. Sin soltar mi mano nos metemos, cierro la portezuela e imito a YunHo, quien se agacha para acariciar a los perritos. A veces, mira anhelante al husky blanco con gris pero no lo toca, sólo a los demás.

Me gustaría ser su objeto de cariño. Justo como el cachorro. Que YunHo me anhele pero no se atreva a tocarme. No suelta mi mano; yo lo hago, para acercarme al perro al cual en verdad quiere.

Lo sostengo con cuidado, su pelaje es esponjoso y suave. YunHo me dirige una mirada extraña, como si no estuviera seguro si sonreírme a mí o a la bola de pelos entre mis brazos. Al final sonríe para ambos, acaricia la cabecita del can.