Capítulo 12: Dilemas

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Capítulo 12:

Dilemas








Me quedo en mi habitación por varias horas, hasta que soy incapaz de aguantar el hambre. Sé que HeeChul tiene razón en muchas cosas pero, no estoy dispuesto a permitir que menosprecie mi amor hacia YuRa por el simple hecho de no saber de ella desde hace años y tener dudas sobre su relación con Han. Luego de la discusión con HeeHee hace un rato, me obligué a concentrarme en los detalles de los trabajos que voy a entregar el lunes y no salí de mi recámara... hasta ahora.

Bajo las escaleras con calma, no queriendo llamar la atención de mi amigo, o al menos eso pretendo durante un momento, porque al llegar a la planta baja me encuentro con una escena extraña.

El pelirrojo atrevido de HeeChul está de brazos cruzados, sentado en el sofá, callado. Hace varios minutos escuché algunos ruidos pero creí que era la televisión, no una visita.

Un chico conocido, parado en el otro lado de la sala; lo mira con una expresión de aflicción, mientras mantiene distancia de mi compañero pelirrojo.

Me mantengo al margen de lo que sucede, paso de largo y me dirijo a la cocina, en donde caliento algo del Kimchi* que hice ayer. Como en la barra de la cocina también, porque temo ser involucrado en la tensa atmósfera del otro lado.

Tras terminar de comer, lavo los trastes sucios, o lo intento al principio.

—Vuelve conmigo —dice la voz de la persona a quien más quiere Heenim, sacándome de mi ensimismamiento.

Hago como que no lo escucho, sigo con mi asunto sin decir nada pero, mi amigo me preocupa, porque está aferrado a ser infeliz.





*•*•*•*• HC •*•*•*•*


HanGeng:

Después del abrazo todo se fue a pique.

Los brazos delgados de Hee me rodean con necesidad, como si fuera a desvanecerme en cualquier momento. Disfruto de tenerlo cerca, sin embargo, el gusto no me dura mucho pues se aleja rápido, como si la felicidad de verme se fuera de la nada.

—Me alegra que hayas venido a visitarme —dice luego de separarse de mí.

—¿Qué?

No entiendo. ¿Visitarlo? ¿De qué demonios habla?

—Creí que no vendrías, ya sabes, por eso de tu matrimonio con aquella chica, MingLu —habla como si fuéramos viejos amigos de la escuela, con formalidades y poco interés—. Sus pasos lo alejan de mi lado y lo llevan a sentarse en un sillón cualquiera.

Entro en la sala detrás de él, temiendo lo peor.

—HeeChul no sé de qué hablas. Tú eres quien se casaría conmigo.

—No es verdad. Hablo de la mujer con la cual tus padres querían casarte —sus labios pronuncian las palabras con sorna; su ojos no me miran—. De la mujer que es mejor para ti que un simple hombre estúpido como yo —dice frío mientras mira el suelo y se señala con un despectivo ademán de mano.

—Nadie será mejor que tú para ser mi pareja —respondo, aguantando las ganas de abrazarlo.

—¿Entonces porque aceptaste salir con ella en una cita? —interroga y se cruza de brazos—. ¿Pensabas dejarme?

—No, jamás pensaría en dejarte. Tú fuiste quien me abandonó —le reprocho, furioso por no poder hacerlo entender cuánto lo quiero—. Acepté ir con ella esa vez por cortesía, porque merecía ser rechazada de buena manera. Y porque te amo es que he venido a buscarte —dije, para luego aproximarme.

¡Ámame!  [YunJae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora